tag:blogger.com,1999:blog-32066975900885879542024-03-19T05:49:32.521-07:00Carlos CoronelCarlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.comBlogger94125tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-46715487874800145832016-04-19T19:04:00.002-07:002016-04-19T19:43:22.035-07:00<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGETvex0-tb8SA5A_1FoNdJi9KfTI-LhQ97YoHX8QBMhEzIFEdaT5GNK93HmMA5J7FKIWggH6nqte9yMeXtbGYG6vzhKRgbmZtr1I7YuKDBwyn1qW6gW50X-csT2aY-ttGbfKEvNKBoHbE/s1600/tumba.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="257" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGETvex0-tb8SA5A_1FoNdJi9KfTI-LhQ97YoHX8QBMhEzIFEdaT5GNK93HmMA5J7FKIWggH6nqte9yMeXtbGYG6vzhKRgbmZtr1I7YuKDBwyn1qW6gW50X-csT2aY-ttGbfKEvNKBoHbE/s320/tumba.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="background-color: white; color: #212121; font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
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La muerte suscita en cada uno de nosotros miedo, valentía, espasmo, indiferencia, compasión, tristeza, dolor, pero siempre nos acompaña, la mayoría de las veces calladamente, adonde quiera que vamos.</div>
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Nos mece, por decir algo, desde el líquido amniótico de nuestro primer bautizo.</div>
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Es la enfermera con tapaboca y cofia alba, que se pierde en el pasillo aséptico del sanatorio, donde siempre vela al fondo un Cristo colgado.</div>
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Se ha sentado con uno en la escuela, desde que comienzan a aflorar los dientes de leche, empujó traviesamente nuestra cintura cada que jugábamos en el columpio.</div>
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También nos espía furtivamente cuando hacemos el amor o silba con nosotros la melodía que tarareamos mientras el camión nos lleva de vuelta a casa, por una carretera vecinal surcada de cruces de metal y gallinas suicidas.</div>
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Puede irrumpir de forma violenta en una fiesta o anunciarse como relámpago en la bocacalle de un barrio de mala pinta.</div>
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Se asoma en la mancha de sangre roja sobre el lomo del toro o en el abismo de una pintura donde un hombre camina enloquecido en su propio dolor.</div>
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Su presencia es tan vieja que la humanidad, en su infinita imaginación, la mienta en femenino, la terrible, inevitable y primitiva.</div>
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Ha sido elección o destino, liberación o condena, sorpresa o cálculo.</div>
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Como un par de siamesas monstruosas, la muerte solo se realiza con la vida: No hay muerte sin vida, ni vida que no se consuma en ella.</div>
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El ingenio popular, para igualarla, para bajarla a tierra como ella hace con los despojos humanos, la ha llamado pelona, flaca, huesuda, calaca.</div>
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Imposible que en esta convivencia diaria, el hombre, el ilustrado, el de ciencia, el médico, el curandero, aún el común mortal que barre la escoria de las urbes de la madrugada, no haya fundado un marco cordial para entenderla, para abordarla. Las muchas fes son el resultado de una solución intermedia, entre la vida y la muerte. </div>
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A toda esta experiencia que como individuos tenemos de la muerte, hay que sumarle la que colectivamente heredamos. Somos Occidentales, pero también precolombinos.</div>
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Y la visión de la muerte se enriquece de estas dos culturas, qué digo dos, ¡tres! Primero la nativa, que fueron las visiones que empujaron los mexicas, los toltecas, los mayas, de la cual todavía algo de ellas queda, como el Día de los Difuntos en la que se abre una ventana para dialogar sensatamente con nuestros muertos. Segunda herencia: la judeoespañola, que con su idea de la muerte como tránsito, reparación en el camino de la vida y la realización trascendente, continúa moldeando la vida del creyente. Y la tercera: la filosofía moderna, desde pensadores como Nietzsche hasta escritores como Camus, que plantean un deber moral más allá de las teologías, la redención del hombre sin necesidad de alma inmortal. Cantos, ritos, pinturas, sistemas de pensamientos fijan esos modos de sentir, de concebir y de enfrentar a la catrina. Hasta en el <b>Manual de buenos modales</b> de Carreño se fija (en su página 295) el modo apropiado de conducirse en la casa de duelo.</div>
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Los poetas han puesto, de manera esencial, palabras a lo que no comprendemos fácilmente. Cito dos poemas clásicos que tienen como tema central a la pelona.</div>
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Escuchemos lo que dijo hace casi 500 años, un poco antes de que muriera, en 1472, el poeta Netzahualcóyotl. La traducción la hace el maestro Miguel León Portilla, en <b>Trece poetas del mundo aztec</b>a, en su página 63. Escuchen atentamente el consejo de un sabio rey a sus amigos y a su hijo, el príncipe:</div>
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<i>¡Amigos míos, poneos de pie!</i></div>
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<i>Desamparados están los príncipes,</i></div>
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<i>yo soy Netzahualcóyotl,</i></div>
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<i>soy el cantor,</i></div>
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<i>soy papagayo de gran cabeza.</i></div>
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<i>Toma ya tus flores y tu abanico.</i></div>
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<i>¡Con ellos parte a bailar!</i></div>
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<i>Tú eres mi hijo,</i></div>
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<i>tú eres Yoyontzin.</i></div>
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<i>Toma ya tu cacao,</i></div>
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<i>la flor del cacao,</i></div>
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<i>¡qué sea ya bebida!</i></div>
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<i>¡Hágase el baile,</i></div>
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<i>comience el dialogar de los cantos!</i></div>
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<i>No es aquí nuestra casa,</i></div>
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<i>no viviremos aqui,</i></div>
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<i>tú de igual modo tendrás que marcharte. </i></div>
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El rey Netzahualcóyotl invita a tomar las flores y el abanico para ponernos a bailar, extender la mano y beber el cacao. En suma: Disfrutar de la vida.</div>
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El exhorto es parecido al <i>carpem diem</i> de los latinos. Se estimula a aprovechar la vida, a vivirla. ¿Por qué? Porque la única certeza que se tiene, aún para el cantor, para el papagayo de gran cabeza, es que “no es aquí nuestra casa, no viviremos aquí, tú de igual modo tendrás que marcharte”.</div>
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Ahora pasemos al segundo texto. Heredero de esta tradición, el poeta Rubén Bonifaz Nuño, dedica un libro completo a la pelona. Para quienes no lo saben, don Rubén es el mayor traductor de autores clásicos y latinos en América, a él le debemos, por ejemplo, la traducción del griego de <b>La Iliada</b>, de Homero, y de los versos festivos, jocosos y foribundos del nada mesurado Catulo.</div>
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El libro donde se burla, reta, ríe, se confiesa y baila con la muerte se llama <b>Calacas</b>. De ahí quiero compartirles uno de los quince poema que también es una hermosa lección para entender la muerte, la vida.</div>
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<i>Ya ni la amuelas, Flaca; embistes</i></div>
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<i>en guerra contra un montón de harapos.</i></div>
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<i>La armazón me cariaste, entumes,</i></div>
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<i>por ti apolilladas, mis bisagras;</i></div>
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<i>tapiaste mis vidrieras, sordos,</i></div>
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<i>tapones mis abrevaderos,</i></div>
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<i>paralizas mis malas pulgas.</i></div>
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<i>Me alegro empero, propulsado</i></div>
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<i>por las hélices del a.d.n.</i></div>
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<i>Al tacto me acojo, a las quincenas.</i></div>
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<i>O ellas pasan: da su olor su nardo.</i></div>
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<i>Que en habiendo viejas y dinero,</i></div>
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<i>Pinche Pelona, me das risa.</i></div>
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En vez de consolarse con las flores y el cacao espumoso de Netzahualcóyotl, don Rubén invita a consolarse, él ya viejo y desdentado, con las viejas y el dinero.</div>
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Pero ¿y si no hay quincenas? Queda el consuelo de acogerse al tacto, el aroma.</div>
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¿Ustedes con qué se consuelan? Háganle caso a la poesía y salgamos a mover los huesos, antes que sea a uno al que lo muevan, en esa cuna de madera con la que nos recibirá la tierra algún día.</div>
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<u>Foto: Cortesía de Yeni Patricia Bernardo</u></div>
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Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-79848665881798994832014-02-09T11:29:00.000-08:002015-12-03T12:00:11.567-08:00El libro que seduce a una intelectual<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGjoB8KP-2khkz7nx57nIFL8ojlbW3U5mjMlppPcE1Wqr6kz47DDkhWfqxMJCXY2y8yEgLjfS2Rre5gkrNJSk0DZIEspQUeFlLl1a98hXiiXAQsyLu-tdILNojWL0uxbYprUnsG1EbygkQ/s1600/1812salin2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGjoB8KP-2khkz7nx57nIFL8ojlbW3U5mjMlppPcE1Wqr6kz47DDkhWfqxMJCXY2y8yEgLjfS2Rre5gkrNJSk0DZIEspQUeFlLl1a98hXiiXAQsyLu-tdILNojWL0uxbYprUnsG1EbygkQ/s1600/1812salin2.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
La primera ve que oí hablar de los <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Relatos de un peregrino ruso</em> fue en otro relatos relatos, los de <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Franny y Zooey</em>, del reticente escritor, J. D. Salinger.<br />
<br />
Este libro junto con <i>Levantad la viga carpinteros del tejado y Seymour una introducción</i>, son las obras menos conocidos del autor neoyorquino, cuya única novela, <i>El cazador oculto</i>, y los <i>Nueve cuentos</i>, gozan de gran popularidad. El par de relatos casi secretos agregan nuevas anécdotas sobre la familia Glass, una de las estirpes literarias más afamadas de la literatura.<br />
<br />
Franny, la menor de los Glass, es mostrada en toda su desnudez en una crisis: no desea continuar la universidad. Su repulsión académica casi patológica tiene el grado de intensidad que el del otro adolescente salingeriano: Holden Caulfield<em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">.</em><br />
<br />
Tirada en un sofá muy cómodo, por cierto, y condenándose a no probar bocado, se pasa los días enteros en el piso de la familia, sin hacer nada, lanzando anatemas contra la academia y ocultándose del mundo.<br />
<br />
En algún momento surge la historia del peregrino. Parece que Franny roba los <i>Relatos</i> de la habitación sellada de su hermano mayor, Seymour cuya vida aparece contada en <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Levantad la viga carpinteros del tejado</em> y <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Seymour, una introducción</em>.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Una vez devorados esos relatos, porque los Glass no leen sino devoran libros, Franny cuestiona sus deseos: o renuncia al arte y se abandona a una vida menos sofisticada o se entrega a éste con todo lo que de aplausos y farsa implica. Es obvio que se trata de una historia de iniciación, como la llaman los entendidos.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
La aspiración de una vida sencilla florece ¡nada menos que en Nueva York!, esa ciudad que el poeta mexicano Francisco Hernández llama “Nuestra Señora de la Demencia”. El retiro que tienta a Franny preludia el que Salinger cumplirá en New Hampshire.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Bastante tiene de quijotesco dejarse llevar por un libro. La influencia de Cervantes se palpa muchas veces en las novelas inglesas. En <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La conjura de los necios</em>, de John Kennedy Toole, el personaje principal, Ignatius Reilly, es espoleado por los tratados de Tomás de Aquino y Boecio para querer cambiar el mundo “carente de geometría y buen gusto”.<br />
<br />
Franny sentirá el ramalazo de las historias del peregrino en su propia vida, pero su periplo es interior, nunca saldrá de las cuatro paredes del cómodo departamento donde apenas si asoman la cabeza su hermano Zooey, y la madre de ambos, la diminuta y amable señora Glass.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
¿Qué ve Franny en <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Relatos de un peregrino ruso </em><span style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">que le mueve el piso</span>? Su propio espejo: Otro ser tocado por un libro. Las correspondencias crean simpatías que ayudan a entender la propia ruta.<br />
<br />
El <i>mujik</i>, después de haber perdido a su familia en un incendio, se enfrenta al sinsentido de la existencia. Franny también ha perdido hace tiempo a su hermano mayor, Seymour, pero el peso de esa influencia aún ronda en la casa. El <i>mujik</i> recorrerá a pie la enorme estepa rusa, con tan solo una alforja de pan y <em style="border: 0px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">La filocalía</em>, una colección de textos escritos por <i>starters</i>. De nuevo, aquí un libro que es guía, luz, alumbramiento. El viaje de Franny sólo es interior, pero también tiene bajo el brazo <i>Relatos de un peregrino</i>. El pobre labrador interroga a la gente con la que se topa para que le digan cómo orar con el corazón, es decir, como hacer lo que más le gusta en la vida, sin renunciar a ella y sin que ésta lo abrume. Franny interroga a su hermano Zoe, a los libros y la vida ejemplar de Seymour para resolver su dilema. Lo esplendoroso es que el peregrino va trazando una vida esplendorosamente sencilla mientras busca la o las respuestas.<br />
<br />
Mucho hay de espíritu kierkeergardiano, de <i>Lo uno o lo otro</i>, de mas que importar qué se elige, valga que se escoja con todas las fuerzas, con toda la fe que precisa orar desde el corazón o actuar en un escenario con unos cuantos espectadores o bolearse los zapatos aunque en el programa radial nadie pueda ver el brillo.<br />
<br />
Como si lo espiritual, en las seculares artes o la zona sagrada de la fe, deviniera en acción y honestidad. Algo que parece imposible de empatar en las ciudades atestadas de rebaños humanos, mercadotecnia tomada como ideología y monólogos impuestos como diálogos en las academias y artes.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: 14px; line-height: 20px;">Franny comprende muy bien la lección del peregrino ayudada por su hermano Zoe. Probablemente, éste sea el eco de Salinger para reafirmar que poco importan los gestos de alguien, su presencia o alejamiento, su fidelidad o traición, su congruencia o locura. Lo que cuenta es la energía con la que se entrega a todo eso para entretener a la señora gorda, varicosa, pegada al radial, que nunca nadie conocerá.</span></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-27121102282500966472012-12-29T18:42:00.000-08:002012-12-30T19:59:00.011-08:00A propósito del maestro Elías Neuman y la Seguridad Pública en Tabasco<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqFEpaHIsJYqioHxUNpgn7sk4kQ3W6Q11ygUxrrC9oMmxPxX3N5BBhXInjIKC-s2k_N1WfOFt2HH_JZlYqXK4v8S9Tvf1BkcH9FnO2zfK1obfhS5nIMQN7_awBV41IPfSR_vjcPW3xeCR5/s1600/0.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqFEpaHIsJYqioHxUNpgn7sk4kQ3W6Q11ygUxrrC9oMmxPxX3N5BBhXInjIKC-s2k_N1WfOFt2HH_JZlYqXK4v8S9Tvf1BkcH9FnO2zfK1obfhS5nIMQN7_awBV41IPfSR_vjcPW3xeCR5/s320/0.jpeg" width="320" /></a></div>
<br />
Me entero de la muerte, hace un año, del maestro Elías Neuman, argentino, penalista, un hombre con un gran sentido del humor, más tambien por eso sabio y profundo.<br />
<br />
Visitó México muchas veces, incluso, acá desarrolló en la acción muchas de sus ideas sobre el concepto del daño, la pena y el resarcimiento a través de lo que llamó la prisión abierta, tema de su tesis doctoral que el doctor Sergio García Ramírez recogió para abrir una prisión sin rejas en el Estado de México, en 1967.<br />
<br />
Su plática siempre era reveladora, sea que se estuviera frente a él en un aula, o en la fila de un banco para cobrar un cheque.<br />
<br />
Insistía mucho en que el endurecimiento de las penas -a propósito ahora de la idea del PRI, en el Distrito Federal, de rebajar la edad penal- no disuadía al delincuente en la consumación del delito.<br />
<br />
Ponía como ejemplo vehemente que la pena de muerte en algunos estados de la Unión Americana no llevaba a los criminales a cometer sus delitos en otros estado donde no se aplicaba dicha sentencia.<br />
<br />
Le daba mucha risa también el concepto de "readaptación social" tan usado en los sistemas penitenciarios mexicanos, donde el condenado al entrar perdía todo, hasta su dignidad como ser humano.<br />
<br />
El Estado le arrebata hasta la patria protestad al criminal, al segregarlo de su familia.<br />
<br />
Además, se preguntaba, ¿cómo podía ser readaptado socialmente un criminal de cuello blanco, que era un criminal de las altas esferas y sin problemas para moverse entre los de su clase, con una sonrisa además impecable, de porcelana?<br />
<br />
Neuman no creía en el uso de la milicia para patrullar las calles de las ciudades. Pensaba que eso ponía en riesgo los derechos humanos de los civiles, y también la propia integridad de los batallones.<br />
<br />
La milicia, decía con absoluta convicción, estaba hecha para combatir los delitos del fuero federal, no los del orden común.<br />
<br />
Su visión era tan estricta que incluso, miraba con desconfianza el uso militar en los amontinamientos carcelarios.<br />
<br />
Su recomendación era la creación de un cuerpo especial encargado de vigilar la seguridad de los depósitos carcelarios.<br />
<br />
Todos estos recuerdos vienen a colación por el adelantado nombramiento del gobernador electo de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, del general de División, Audomaro Martínez, en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. Adelantado porque se hizo unos días antes de que tomara posesión como gobernador constitucional.<br />
<br />
Pensaba qué habría dicho el reconocido criminalista y filósofo judío de todo esto.<br />
<br />
Y así me entero de su muerte, apenas en el año 2011. ¡Cuánto tiempo sin saber de él!<br />
<br />
Creo que al maestro Neuman no le hacía mucha gracia el nombramiento de militares en áreas de seguridad civil.<br />
<br />
Pero reconocía que ante el fracaso de los civiles al frente de las policías, los gobiernos federal y estatales recurrieran inevitablemente a ellos para limpiar los cuerpos policiacos y garantizar un mínimo de éxito en las tareas de seguridad interna.<br />
<br />
La tendencia como se ve se ha ido aceptando como normal, en un país donde los convoy de militares patrullan las calles, se aplican retenes por donde quiera y las ejecuciones siguen cobrando vidas en todo el país.<br />
<br />
¿Qué se puede decir a favor del general en un puesto civil? Creo que además de su larga experiencia en la milicia, está el hecho de que se trata de un paisano, vinculado a su tierra. Y eso ya es mucho, en cosas de cuestión pública y el servicio decente.<br />
<br />Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-2042340876464766342012-11-20T10:57:00.002-08:002012-12-13T01:22:28.299-08:00Zumo<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY_aBuIdWQT0R2tGz63Zsl8qdqXF9wZV3GRON-mJCb3ZXYG3auqjvMEnsEe42crGdFaQqSn9YGN-BoXpu4Skk0wnddWlrfVlkwoQAmSRK2LeNMjokPiAvLhSVIN4Za-J5fmSAh7cjHDXEu/s1600/Universo-enra-por-los-ojos.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiY_aBuIdWQT0R2tGz63Zsl8qdqXF9wZV3GRON-mJCb3ZXYG3auqjvMEnsEe42crGdFaQqSn9YGN-BoXpu4Skk0wnddWlrfVlkwoQAmSRK2LeNMjokPiAvLhSVIN4Za-J5fmSAh7cjHDXEu/s320/Universo-enra-por-los-ojos.jpeg" width="320" /></a></div>
<br />
Si tiras una piedra en el agua no podrás detener su onda.<br />
<br />
***<br />
<br />
No se los puedo contar, espero lo entiendan.<br />
<br />
***<br />
<br />
Muchas preguntas para quien anda cerca de las respuestas.<br />
<br />
***<br />
<br />
No faltará que aparezca alguien que te haga olvidar el olvido.<br />
<br />
***<br />
<br />
Si la virginidad tuviera algún valor, los seres humanos no se la darían a cualquiera.<br />
<br />
***<br />
<br />
Quería siempre una feria permanente.<br />
<br />
***<br />
<br />
Los rostros anónimos se parecen cada día más al tuyo.<br />
<br />
***<br />
<br />
Cada vía tiene uno o más retornos.<br />
<br />
***<br />
<br />
El primer amor es el último en irse de los sueños.<br />
<br />
***<br />
<br />
El camino de vuelta resulta ser el más corto cuando se emprende por primera vez, el más tortuoso cuando ya se lo conoce.<br />
<br />
***<br />
<br />
Sin mala leche no hay terapeutas buenos.<br />
<br />
***<br />
<br />
Un autómata da más fácilmente la gracias que alguien con poco amor.<br />
<br />
***<br />
<br />
Sin mala leche se escriben hagiografías; con ella se penetra la novela.<br />
<br />
***<br />
<br />
No la verá más, así que se permite entrar en detalles.<br />
<br />
***<br />
<br />
Sabe que me afeito diario y me levanto con música, ¿qué más quiere?<br />
<br />
***<br />
<br />
Mi mano en su sexo, la pastilla para enfrentar el día sin reservas.<br />
<br />
**<br />
<br />
Sueños, magia, espiritualidad... ¡como envidio la modernidad del Cromagnon!<br />
<br />
***<br />
<br />
Abandonamos hace milenios la flecha con punta perfeccionada por el Cromagnon, pero también ¡oh, progreso!, su espiritualidad.<br />
<br />
***<br />
<br />
Satán no sonríe.<br />
<br />
***<br />
<br />
Superar el complejo de madrastra sino quieres romper tu imagen en el espejo.<br />
<br />
***<br />
<br />
El mejor modo de confirmar la belleza de una mujer es verla cuando se despierta.<br />
<br />
***<br />
<br />
Detesta el periodismo de alcoba, ese que se escribe en la misma cama, con las fuentes.<br />
<br />
***<br />
<br />
Las más de las veces, imaginamos cosas que no suceden, y las vivimos como si hubieran ocurrido.<br />
<br />
***<br />
<br />
Aún no puedo decidir quién es más ridículo, si un amante celoso o un cornudo enamorado.<br />
<br />
***<br />
<br />
La clase blogetaria como siempre trabaja más que los feisbuqueros.<br />
<br />
***<br />
<br />
<br />
<i>In memoriam Teodosio García Ruiz (1964-2012) </i><i>.Imagen de Laura Cohen, "El universo entra por los ojos".</i>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-11308516569701081102012-10-30T23:17:00.002-07:002012-10-31T09:02:06.025-07:00Historia de dos ciudades<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMhYcKkpy8GmgDfTTM4s9RZ1Up-id1IfRedBNFtEkxQw9vzr52BjRkWfUfjhC8JR8NnL49-EsdTLAkUoxIqDsqKu1xT50VrGziEYCRqSJu3suXMMdQIrj2gHalhE97UKAOQY4yNm2d7cvL/s1600/tempt-c.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMhYcKkpy8GmgDfTTM4s9RZ1Up-id1IfRedBNFtEkxQw9vzr52BjRkWfUfjhC8JR8NnL49-EsdTLAkUoxIqDsqKu1xT50VrGziEYCRqSJu3suXMMdQIrj2gHalhE97UKAOQY4yNm2d7cvL/s1600/tempt-c.jpeg" width="291" /></a></div>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">Un aprendiz de novelista imagina la historia de una civilización cuya norma inflexible consistía en expulsar a cualquiera de sus hijos a la más mínima provocación, sin derecho a juicio. </span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">Pasarse un alto, llegar tarde al trabajo, decir una mentira piadosa a la mujer, eran razones sobradas para el exilio. </span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">En el desierto los desterrados vivían cada uno a su manera, sin más ley que la de su fuerza y la que le permitieran sus vecinos, al principio distantes cada uno.</span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">Conforme los nómades rebeldes comenzaron a aumentar, las vecindades se fueron estrechando, generando con ello más caos y anarquía.</span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">El aprendiz de novelista detalla en cada capítulo las crueldades de los dos mundo: el de los civilizados que van menguando en cada página, y el de los inadaptados que se multiplican como conejos. </span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">Al llegar al capítulo final, el aprendiz de novelista es aprehendido y echado a una mazmorra. </span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">Sin saber cuántos días o meses transcurre encerrado, es finalmente liberado. Sus ojos tardan en acostumbrarse a la luz enceguecedora del desierto.</span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">De golpe se da cuenta que ha sido desterrado para siempre del mundo que creía suyo. </span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></h5>
<h5 class="uiStreamMessage userContentWrapper" data-ft="{"type":1,"tn":"K"}" style="background-color: white; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; font-weight: normal; line-height: 18px; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px 20px 0px 15px; word-break: break-word; word-wrap: break-word;">
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;">Los rostros bestiales y los gritos salvajes de sus vecinos no lo dejan pensar más.</span></h5>
<div>
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></div>
<div>
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></div>
<div>
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><i>Este texto está dedicado al maestro Jorge Priego Martínez, fino amigo y lingüista nato.</i></span></div>
<div>
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></div>
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div>
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}" style="color: #333333; font-size: 13px; line-height: 1.38;"><br /></span></div>
<div class="clearfix" style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 11px; line-height: 14px; zoom: 1;">
<div class="uiCommentContainer" style="margin-bottom: -4px;">
<div class="fbTimelineUFI" style="margin-bottom: 0px !important; margin-top: 3px; position: relative; top: 12px;">
<form action="http://www.facebook.com/ajax/ufi/modify.php" class="live_481501965223924_316526391751760 commentable_item autoexpand_mode" data-live="{"seq":"481501965223924_5469452"}" id="u1j5gkj3" method="post" rel="async" style="margin: 0px; padding: 0px;">
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Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-81957817156318688452012-09-26T17:00:00.000-07:002012-09-26T17:08:54.101-07:00Pensar el Festival Ceiba<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyc3ly6DyzAdp9TEArHwgltJTtEjardFl51KAuvX4iqq5gaELPkBZi20zfXk3CT8aP669tqxlKyZmVYxRNak9ChKBoW_fVYWHW6o2_baEIyTJCsTJmdPg8iUr6ttFFJfGN4LR0aGqZ-Oia/s1600/FESTIVAL.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyc3ly6DyzAdp9TEArHwgltJTtEjardFl51KAuvX4iqq5gaELPkBZi20zfXk3CT8aP669tqxlKyZmVYxRNak9ChKBoW_fVYWHW6o2_baEIyTJCsTJmdPg8iUr6ttFFJfGN4LR0aGqZ-Oia/s320/FESTIVAL.jpeg" width="320" /></a></div>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Uno dice Cervantino y piensa en Guanajuato.</span>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Uno dice libro y piensa en la FIL de Guadalajara o Minería.</span>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Uno dice festival de cine y piensa en Morelia.</span>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">¿Qué piensan ustedes cuando se dice Festival Cultural Ceiba?</span>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Hago una aclaración: no estoy en contra de que se cancele un festival. Es mejor que exista, a que no lo haya. ¿Por qué? Estos eventos son importantes porque cultivan un público y alcan</span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">zan a gente que de otro modo no podría tener una experiencia artística, además, claro, de entretener. </span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Lo que sostengo es que el Ceiba debe revisarse a fondo, porque carece de un concepto y su sucesión de eventos (este año serán más de 90, con 19 países invitados) lo hacen monstruoso, es decir, inabarcable para el espectador, e innecesariamente grandilocuente en un estado donde hay carencias abrumadoras -no sólo económicas o sociales, sino de acceso a la diversión, que es un derecho humano para todos.</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">¿Habrá alguien que se haya chutado todos el programa? Conozco gente que vive bien y nunca ha ido a uno de los eventos. Y tengo uno o dos conocidos (periodistas) que, en las cinco versiones anteriores, han ido apenas a uno o dos eventos. No se vayan con la finta de que se han sentado en la butaca del Esperanza Iris a ver una obra de teatro. Si han ido es para disfrutar de un concierto de Alex Sintek. Sospecho que no son casos excepcionales.</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">En 15 día, en esta sexta versión, se gastarán 40 millones de pesos. Suponiendo que toda la población de Villahermosa, que según datos del INEGI en 2005, era de unos 558, 524 habitantes, asistiera a uno de dichos eventos, el costo por habitante de disfrutar de un evento del Ceiba sería de 71 pesos. No está mal si se trata de ir a ver a Sintek.</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Lo cierto es que el Ceiba llega a su sexta versión sin salir de Villahermosa, sin haber adquirido presencia e identidad entre los festivales nacionales, por no decir a nivel regional o fuera del municipio de Centro.</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">¿No sería éste un buen escaparate para los artesanos, los escritores, los pintores, los teatreros, los músicos, los danzantes locales? </span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">¡Ah, pero padecemos como todos los estados, de "festivalitis"! Así tenemos un Encuentro Iberoamericano de Escritores, para los escritores, un Festival Nacional de Danza Folklórica para los danzantes, un Festival Internacional de Marimbistas para los marimbistas, un Festival Internacional de Danza, para los bailarines internacionales. Un estado que ama las artes, pues. </span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Hay un festival que a mi juicio debe ampliarse y extenderse en todos los sentidos, el dedicado al chocolate. </span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">A diferencia de que el Ceiba se hace con eventos de aqui y allá de otros festivales nacionales (para ahorrar dinero, alguna vez dijo su directora, la maestra Norma Cárdenas Zurita), el Festival del Chocolate nació hace tres años, en 2010, con el impulso inicial de sectores sociales (empresarios cacaoteros, hoteleros, artistas, turismo).
Para ello diseñaron una sustento teórico que dio identidad al evento, para nada improvisado, pues el cacao tiene una influencia de miles de años en el desarrollo económico, social y cultural de los pueblos Mesoamericanos asentados en esta región; los olmecas, los mayas, los chontales, los zoques, los choles, los tzetzales, entre muchos. </span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Al involucrarse a los actores sociales, se ha dado viabilidad y sustentabilidad al evento, que no es ni caro ni grandilocuente. </span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Quizá el problema de todo nace de los organizadores. Cuándo no entienden cuál es la diferencia entre un festival y una feria, acaban confundiendo todo (crear público, promover el arte e incentivar el desarrollo económico local).</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">Los dos eventos divierten (una feria y un festival), pero estos últimos refuerzan la identidad y el sentido de comunidad, algo que quienes organizan no conocen porque ven el arte como un adorno, un lujo para conocedores, un motivo para pasearse en otro sitio que no sea Altabrisa.</span></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #333333; display: inline; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; white-space: normal;">
</div>
</pre>
<pre style="font-size: 13px;"></pre>
<pre style="font-size: 13px;"><span style="color: #333333; font-family: lucida grande, tahoma, verdana, arial, sans-serif;"><span style="line-height: 18px; white-space: normal;">
</span></span> </pre>
Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-45909097847401344222012-08-19T03:12:00.001-07:002012-08-19T03:21:02.727-07:00Villon y los primodelincuentes<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSywLQAa0_f6YCc89jOASlf3gQoMsx2T7PYYnMayTlwC6VSImPg5KruOM_Qvzm7LWbNIJB0mVI6EvsXcG0bYyvwyO_k4NzR6jHV3_8MHfVtxg9duuMuYQqKNwUlBfCvYIv18TP3_dYu4YU/s1600/poderes-unidos-carta-tarot-el-ahorcado_01.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSywLQAa0_f6YCc89jOASlf3gQoMsx2T7PYYnMayTlwC6VSImPg5KruOM_Qvzm7LWbNIJB0mVI6EvsXcG0bYyvwyO_k4NzR6jHV3_8MHfVtxg9duuMuYQqKNwUlBfCvYIv18TP3_dYu4YU/s320/poderes-unidos-carta-tarot-el-ahorcado_01.jpeg" width="184" /></a></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Alrededor
del delito hay todo un sistema depredador que lucra (i)legalmente con
los parientes del delincuente y sus víctimas. Jueces, abogados,
ministerios públicos, policías, médicos, psicólogos, carceleros,
oficinistas, secretarias, todos hacen leña del árbol caído y retorcido.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Los
gastos en los procesos judiciales pulverizan en un tris los escasos
bienes acumulados durante años por las familias. Todo se lo devoran
los profesionales que viven del delito -aves carroñeras de estripe despreciable-, mientras que la víctima es
victimizada otra vez porque ni siquiera es tomada en cuenta a la hora
de resarcir el daño que le fue causado.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Un
sistema jurídico de esta clase crea gran resentimiento y desconfianza,
tanto para los parientes del delincuente como para las víctimas del
delito.</span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Atrapados en un laberinto sin salida, tanto el delincuente
como la víctima acaban siendo acorralados y chupados por ese monstruo mitad bestia, mitad
hombre, representado en jueces que no hacen justicia, en abogados leguleyos que enredan y tuercen los códigos civiles y penales, en los
policías con placa para extorsionar en ese apando asfixiante y en
el hampa criminal que aun dentro de muros controla las cárceles, los guardias
penitenciarios, los directivos cancerveros y sus compiches socios
jueces y gobernantes.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">El
reconocido criminólogo argentino Elías Neuman, en un seminario que
dio hace años en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), señalaba que quienes son culpables de delitos mayores alguna vez
pisaron las cárceles como primodelincuentes.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">¿Qué
habría pasado con ellos si en vez de hacerles perder su identidad y
el resto de dignidad que les quedaba la hubieran recobrado a través
de programas con un auténtico sentido de reinserción social?</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Pero
todavía hoy los delincuentes pueden decir, como en los tiempos del
poeta malevo Francois Villon -que conoció tan bien la cárcel, la
avaricia de los jueces y los códigos de honor de ladrones, asesinos
y condenados-:</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><br /></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"> “<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Al
volver de dura prisión</span></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">donde
casi dejo la vida</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">aun
la suerte en su sinrazón</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">se
ensaña en mí, me odia y no olvida”.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Precisamente,
el sistema carcelario que se ensaña, odia y no olvida es la prueba
fehaciente de esas políticas represivas y no preventivas del Estado
frente a la violencia en la entidad.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">La
falta de visión e incapacidad de políticos, legisladores y jueces,
revela su sentido corto, conservador y vengativo.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Cualquiera
en sus cinco sentidos debería comprender que los blindajes
policiales y militares no resuelven los problemas sociales, sólo los
agravan porque a la desesperanza de un futuro incierto, se añade la
coacción, la intimidación, el miedo y la inseguridad. </span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">La frase del poeta y peregrino Lanza del Vasto retumba certera y actual: "La violencia como respuesta a la violencia genera una doble violencia, por lo que nunca será la solución". Como ha ocurrido en ciudades como Tijuana, Juárez, Morelia y Veracruz.</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Si
en verdad se quiere hacer algo para detener la inseguridad deberían
comenzar por replantear el sistema carcelario en Tabasco. </span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;">Tomar a la bestia por los cuernos implicaría un nuevo enfoque desde lo social, y
eso está visto que por ahora no lo entienden ni les interesa a quienes viven
blindados por el poder que da la riqueza y la riqueza que da el poder corrompido .</span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-15705574476966000212012-06-26T00:37:00.001-07:002012-06-28T01:35:07.257-07:00Votar sin miedo, contra el miedo<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAllFgzIopzeCHOJQhfXz1yivFfj4b5P7yiLO87PzTGOboWnwbcQk5E8jsJyuTTWBE7YI9C4_MVg_ALHbycPM8rX_mq6AcwJ7ggc6mKc8NpgmsrK1yKcV8VLj2iVOu8fT1NYL82YB3iLe7/s1600/1.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAllFgzIopzeCHOJQhfXz1yivFfj4b5P7yiLO87PzTGOboWnwbcQk5E8jsJyuTTWBE7YI9C4_MVg_ALHbycPM8rX_mq6AcwJ7ggc6mKc8NpgmsrK1yKcV8VLj2iVOu8fT1NYL82YB3iLe7/s320/1.jpeg" width="320" /></a></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todavía, a finales de los años setenta, mis padres al hablar del profesor Lucio Cabañas, hablaban quedo, como si temieran que alguien apostado afuera de la casa estuviera espiándolos.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese tono bajo, tan idéntico a cuando hacían el amor, no sólo aprendí de los profesores metidos a guerrilleros en el estado de Guerrero, también supe de los universitarios asesinados en Tlatelolco, la matanza de Corpus Christi y el asesinato de líderes campesinos y dirigentes obreros de la región. </span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la escuela, por supuesto, nadie decía nada, y los libros elementales de Historia, después de profundizar en el gran periodo del general Lázaro Cárdenas, resumían en unas cuantas líneas los siguientes sexenios, como si el país hubiera entrado en una paz social incuestionable.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La tele, que en ese entonces eran dos o tres canales cuya señal se difuminaba a cada rato en el televisor a blanco y negro de bulbos de la casa, ofrecía siempre una visión unidireccional: el Estado bienhechor encarnado siempre en el Presidente Iluminado.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero fue precisamente esa caja boba por la que mis padres nos regañaban mucho cuando, por ejemplo, reíamos ante los socarrazos que a diestra y siniestra volaban en la vecindad del Chavo del Ocho, sin importarnos que nos dijeran que se trataba de una serie boba y violenta cuya víctima más frecuente era el maltratado lenguaje, de la que recibí mi primera lección política:</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi madre estaba planchando la ropa caqui de obrero de mi padre, y miraba al televisor absorta. Yo sabía que esa mirada no era la que bendecía en la mesa los alimentos.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la pantalla, el Iluminado, el Hombre que Llevaba en el Pecho la Representación del Mito Fundacional del Aguila devorando a la Serpiente, lloraba desconsolado. Sus palabras apenas eran audibles, no sé si porque lloraba o por la señal del receptor.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La imagen simbolizaba la agonía del Estado Benefactor doblado a chiganzados por el Mercado. Los sacadólares que vaciaban el Mito a expensas del libre mercado. Desde ahora la Serpiente engulliría al Aguila. </span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los años que siguieron se hicieron más estrechos. La gente que tenía casa acabó rentando una, el que tenía carro tuvo que venderlo, los que eran dueños de la tierra pronto no tuvieron ejidos. </span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Crisis sucesivas nos enseñaron a tener esperanzas. Algo se movió, sin embargo, porque mis padres comenzaron a hablar con un poco de soltura sobre los acontecimientos políticos. Uno no se me borra: la generosidad del Ingeniero Heberto Castillo al ceder su registro de candidatura al ingeniero. Cuauhtémoc Cárdenas.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi sufragio, ni dudarlo, ha sido motivado desde siempre con la firme esperanza de tener un país sin miedo, para alejar la tentación del Estado represor y violento.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No he cambiado de elección porque la situación no ha cambiado. O quizá sí: ahora la telecracia controla el Ejecutivo (y pronto tendrá representación descarada en el Congreso), el cual a su vez mantiene una guerra sin declaración de guerra que ya lleva miles de víctimas inocentes.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De las tres elecciones presidenciales en las que he votado, la derrota que más me dolió fue la de 1999, cuando el ingeniero Cárdenas quedó en un tercer lugar y los sufragios concedieron la victoria al partido de la derecha.</span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="color: #333333; line-height: 16px; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La tozudez es buena cuando se trata del bien colectivo. Esta cuarta espero sea la del triunfo con quien mejor encarna las actitudes humanas con las que se escriben las gestas. Por AMLO.</span></div>
<div style="color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; line-height: 16px; text-align: left;">
<br /></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-54764626878025252892012-06-20T13:21:00.001-07:002012-06-21T00:33:45.337-07:00Wilcock y la distropía<br />
<div align="LEFT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4qSUislPrb8YJ_sFrYazi0ph0vaBZrSE7IeMrxuBa-h0ZvuDvag0BCXYX8IMl_jTprPo5XU__GY5F5VDa8Uw_DfOqs8O2J5JoWhWasAV6PhtsuVPrsrA7ithUWvtHAG-KRA4W4ph_y9dT/s1600/tortura03.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4qSUislPrb8YJ_sFrYazi0ph0vaBZrSE7IeMrxuBa-h0ZvuDvag0BCXYX8IMl_jTprPo5XU__GY5F5VDa8Uw_DfOqs8O2J5JoWhWasAV6PhtsuVPrsrA7ithUWvtHAG-KRA4W4ph_y9dT/s320/tortura03.jpeg" width="220" /></a></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cada cierto tiempo, el mundo se llena de utopistas, gente bien intencionada por mejorar el patio de su vecino. Siguiendo a estos técnicos herederos del Deux ex Machina, los persigue, incansables, la viuda desilusión y el solterón hartazgo. En el peor de los casos, los sueños se transforman pesadillas.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una década después de que Calvino publicara Las ciudades invisibles (1971), otro nómada incansable, el escritor argentino J. R. Wilcock (1919-1978), imaginó en su casa de campo italiana en Lubrano, una galería de seres insólitos que sueñan con convertir el mundo a la imagen y semejanza de sus locuras.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A la manera de un Marcel Schwob. Wilcock construye un museo de locos, en el cual destaca por sobre todos Aaron Rosenblum, quien supuestamente escribe un libro irónicamente a la manera de los grandes utopistas.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Rosenblum detalla paso a paso cómo convertir un pedazo de tierra a las afueras de la bulliciosa, sucia e industrial Londres, en un sitio soñado.</span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">La vida rocambolesca de Rosemblum puede seguirse en el libro de Wilcock titulado </span><i style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">La sinagoga de los iconoclastas</i><span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">, junto a otras 30 biografías imaginarias de singulares personajes.</span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No imaginen que este utopista construirá parques extensos de generadores eólicos para aprovechar la energía cinética, ni sembrará los hogares de ordenadores en los lugares más apartados para comunicarlos con el exterior. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Nada tan lejos de Rosemblum que convertirse en otro Rousseau o un nuevo Tocquevillle. </span></div>
<div class="p1">
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que este visionario del revés desea es devolver a la humanidad a la que considera fue su Epoca de Oro, el periodo Isabelino que, entre otros alardes, dio a Shakespeare.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ronsemblum no sólo se conformará con reconstruir The Globe, el tablado donde se representó a Shakespeare. Leamos el plan detallado que escribió supuestamente en los años cuarenta del siglo XX con el fin de convertirse en indiscutible benefactor de la humanidad. </span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Se propone: “Abolir el carbón, las máquinas, los motores, la luz eléctrica, el maíz, el petróleo, el cinematógrafo, las carreteras asfaltadas, los periódicos, los Estados Unidos, los aviones, el voto, el gas, los papagayos, las motocicletas, los Derechos del Hombre, los tomates, los buques de vapor, la industria siderúrgica, la industria farmacéutica, Newton y la gravitación, Milton y Dickens, los pavos, la cirugía, los trenes, el aluminio, los museos, las anilinas, el guano, el celuloide, Bélgica, la dinamita, los fines de semana, el siglo XVII, el siglo XVIII, el siglo XIX y el siglo XX, la enseñanza obligatoria, los puentes de hierro, el tranvía, la artillería ligera, los desinfectantes, el café. El tabaco podía permanecer, dado que Raleigh fumaba.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">“Viceversa había que reinstaurar: el manicomio para los deudores; la horca para los ladrones; la esclavitud para los negros; la hoguera para las brujas; los diez años de servicio militar obligatorio; la costumbre de abandonar a los recién nacidos en la calle el mismo día del nacimiento; las antorchas y las velas; la costumbre de comer con sombrero y con cuchillo; el uso de la espada, del espadín y del puñal; la caza con arco; el bandidaje en los bosques; la persecución de los hebreos; el estudio del latín; la prohibición a las mujeres de pisar el escenario; los ataques de los bucaneros a los galeones españoles; la utilización del caballo como medio de transporte y del buey como fuerza motriz; la institución del mayorazgo; los caballeros de Malta en Malta; la lógica escolástica; la peste, la viruela y el tifus como medios de control de la población; el respeto a la nobleza; el barro y los lodazales en las calles del centro; las construcciones de madera; la cría de cisnes en el Támesis y de halcones en los castillos; la alquimia como pasatiempo; la astrología como ciencia; la institución del vasallaje; la ordalía en los tribunales; el laúd en las casas y las trompas al aire libre; los torneos, las corazas adamascadas y las cotas de mallas; en suma, el pasado”.</span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Wilcock se burla de los movimientos utopistas que nacieron en el seno de la ciudad para transformarla y acabaron traicionándola, convirtiéndola en una pesadilla distrópica.</span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Un peligro del que no salen bien librados los reformadores, políticos, estadistas, gobernadores, aspirantes a puestos de elección popular, pioneros, delegados, comandantes revolucionarios, líderes sindicales y párrocos de todos los tiempos. </span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Verdana, sans-serif;">Llámense estos Alejandro Magno, Julio César, Miguel Hidalgo, Porfirio Díaz, Tomás Garrido Canal, Carlos Alberto Madrazo, Carlos Salinas de Gortari, por citar viejas leyendas que ya no causan tantos resquemores.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las hojas de la historia están repletas de los pletóricos Rosemblum que, por dar vida a una locuaz distropía, acabaron poblando el mundo de rumores, amenazas, ejecuciones, guillotinas horcas, fusilamientos y desapariciones. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Wilckok sólo corta unas ramitas para este magistral volumen.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p2">
<br /></div>
<br />Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-75389286107603187242012-05-30T22:52:00.001-07:002012-05-30T23:11:48.048-07:00Calvino y la ciudad deseada<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjePOvPmstXLR0cJxpDKBS0Z9g0ca1eHpvcX6oepZ0_z33n-HME02VnCdWR9PSX58wOmX93QR_m4eJnZeIEyxuyihwwHD1LG9uLqAj7-R50o5j2gnnmjcT8j24ML122mc02Vs7TIzTl9LjR/s1600/tenochtitlan.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjePOvPmstXLR0cJxpDKBS0Z9g0ca1eHpvcX6oepZ0_z33n-HME02VnCdWR9PSX58wOmX93QR_m4eJnZeIEyxuyihwwHD1LG9uLqAj7-R50o5j2gnnmjcT8j24ML122mc02Vs7TIzTl9LjR/s320/tenochtitlan.jpeg" width="320" /></a></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La controversia que suscita la tala de árboles en cualquier parte del mundo, de la cual la ciudad de Villahermosa no escapa, me recuerda Las ciudades invisibles, una novela de Italo Calvino (1923-1985), donde el mercader Marco Polo revive, esta vez para contarle al Kublai Jan -emperador de los tártaros- no las ciudades que conoció en sus viajes por el Oriente, sino aquellas que sólo existen en su imaginación febril.</span></div>
<div class="p1">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El gran Jan escucha entusiasmado al veneciano, como una Sherezada encantada, y al oírlo se entretiene y olvida esa melancolía, ese vacío y nostalgia que Calvino atinadamente intuye en los emperadores de pueblos y naciones.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A mitad del atlas inventado, Polo habla de la ciudad de Tala, una urbe siempre en construcción, donde sus habitantes no paran de subir y bajar andamios, de revolver la mezcla y pegar tabique. ¿Por qué?, les pregunta azorado el viajero, y los taleños responden: “Para que no empiece la destrucción”.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Calvino construye aquí una auténtica parábola, la desazón de Tala es la misma que la de cualquier ciudad del mundo: el crecimiento como algo necesario e inevitable, pero que si no es controlado, puede corroer y ahogar el cuerpo entero de la comunidad.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Cuántas ciudades no hay en México fracasadas porque se volvieron imposibles de habitar, llenas de inseguridad o contaminadas?</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los de Tala reconocen que para que permanezca su ciudad, no debe mermar su crecimiento. Pero también saben que es una empresa riesgosa: su espacio se puede volver una distropía malsana.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Eso es justamente el dilema de la tala de árboles en cualquier ciudad bullente. La destrucción justificada en aras de un tráfico cada vez más asfixiante, y lo que deja al descubierto: el crecimiento de una ciudad desproporcionada que se devora a sí misma.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como no existen campañas para promover el uso del transporte público, aunque muchas ciudades cuentan con un servicio público subsidiado y decoroso, ni tampoco hay una cultura vial donde el peatón y el ciclista obtengan prioridad e incentivos sobre el automóvil, se opta por talar árboles.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Bajo esa lógica, algún día --¡el buen Dios no lo permita!- los nombres de árboles, plantas, flores y animales locales de todas las urbes, serán palabras en desuso que solo anclaron en extensos poemas, estampitas escolares o reducidos viveros.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este clásico moderno, Italo Calvino, cuya profesión por cierto fue la de agrónomo, también sugiere la ciudad deseada: Sofronia, en cuyo centro hay una feria con caballitos y montaña rusa, y en su periferia están las necesarias fábricas y bancos. Cada cierto tiempo ocurre que, lo que se levanta para irse a otro lado, no es el carrusell con sus caballitos de madera ni la carpa de circo con sus jaulas, sino las estructuras de hormigón de los ministerios y las fábricas.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es verdad, no hay que olvidarlo, una ciudad soportable debe tener espacio para la recreación, para perder el tiempo con los parientes, los hijos, la novia, el novio, los amigos. </span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También, ¿por qué no?, para leer poemas, como ocurrió precisamente en el pequeño bosque de Indeco, en Villahermosa, antes de que lo talaran, en la compañía de poetas -Teodosio García Ruiz, Elizabeth Meza y Fernando Nieto.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y por eso también son necesarias las sombras de las ceibas, los macuiliz, los cedros, los guácimos y las bellotas.</span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="p3">
<br /></div>
<div class="p3">
<br /></div>
<div class="p3">
<br /></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-18862620733965259622012-04-09T19:37:00.016-07:002012-04-10T23:45:48.483-07:00Un diario de viaje de Josefina Vicens<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGc9cetSgaIXsoyP399VuNL3CKsxiEDJkq2MA2V5LyB8LGAmfYPQAtelxkwBm8WmuzQG-O4-qpTlu7Mynzpfv8cLP6xe5IzrDtroTMX4fg3JC-VtyMHY4yREUmeJCrfNcwVO9Q8MR6XJzD/s1600/390153_295210463843764_100000644374825_1020709_1139256674_n.jpeg" style="line-height: normal; "><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 267px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGc9cetSgaIXsoyP399VuNL3CKsxiEDJkq2MA2V5LyB8LGAmfYPQAtelxkwBm8WmuzQG-O4-qpTlu7Mynzpfv8cLP6xe5IzrDtroTMX4fg3JC-VtyMHY4yREUmeJCrfNcwVO9Q8MR6XJzD/s400/390153_295210463843764_100000644374825_1020709_1139256674_n.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5729598062211899554" /></a><p style="margin-bottom: 0cm; "><span><br /></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>A 100 años del nacimiento de la escritora tabasqueña Josefina Vicens (1911-1988), surgen nuevos hallazgos sobre su legado, como un diario de viajes hasta ahora inédito.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>El descubrimiento de estos apuntes personales es oro puro para los estudiosos de las letras mexicanas y los miles de lectores de la tabasqueña. ¿Por qué? Porque provienen de una autora que escribió sus dos grandes novelas, El libro vacío (1958) y Los años falsos (1982), a cuentas gotas.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La narradora Aline Peterson, sobrina política de “La peque”-apodo con que sus amigos del grupo literario Contemporáneos aludían a su baja estatura- recuerda que su tía siempre se sintió “ajena a la palabra barroca, una parquedad que tampoco le impidió admirar a Virginia Woolf y Marcel Proust, de prosas tan farragosas”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>No es una declaración sin fundamento: entre las dos novelas de su tía política media un periodo de casi un cuarto de siglo.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“En los últimos años de su vida, precisó de una persona que le leyera a causa de una ceguera progresiva. Aunque nunca hablaba de su trabajo literario, jamás soslayó su amoroso cuidado por las palabras hasta el grado de publicar más que dos novelas. Era muy rigurosa con sus lecturas narrativas y de dramaturgia, lo mismo que para comentarlas”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La fascinación de Vicens por la literatura francesa, aunque ella misma no hablara francés, arroja luz sobre la brevedad de su prosa.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Al morir le estaban leyendo a una pensadora de la Segunda Guerra Mundial, Simon Weil... En fin que había un interés muy amplio por los escritores franceses, completamente por Simon de Beauvoir y Jean Paul Sastré, escritores que no se quedaban nada más en la superficie de las cosas”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Freija Cervantes, editora de la Universidad Autónoma Metropolitana, evoca la prueba más contundente de la obsesión de “La peque” por la economía de las palabras.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"El libro vacío apareció dentro de un vasto catálogo no sólo de lo mejor de la literatura mexicana, sino universal. Pero la tarea fue ardua: el editor don Rafael Jiménez Siles se negó a seguirle imprimiendo más pruebas de corrección, ella se las arregló para convencer al encargado de galeras y llevarle cada mañana a la imprenta las observaciones y recoger las nuevas planas. Finalmente aquel anciano también se desesperó y dio un sabio consejo a la impaciente narradora: Me gusta su libro, pero ya no lo corrija más, se le va a secar".</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>El especialista en cine, Daniel González Dueñas, quien fue invitado a participar en el coloquio internacional que en noviembre pasado organizaron la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Claustro de Sor Juana, matiza la alabada parquedad literaria de Vicens, comparada incluso por muchos críticos con la de quien fuera su amigo, Juan Rulfo -otro maestro de la brevedad.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Vicens trabajó como Oficial Mayor del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC), donde de inmediato se hizo amiga de directores, escritores, guionistas y actores de cine, no le costó mucho trabajo porque era una persona entrañable que se hacía querer fácilmente; luego, viendo y escuchando, aprendió a escribir guiones, a construir personajes, que es otra manera de volver a contar historias”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La nacida en San Juan Bautista a principios del siglo pasado aprendió tan bien que llegó a ser maestra de guionismo en el Centro de Capacitación Cinematográfica y presidió la comisión que entrega los premios Arieles.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>González Dueñas, coautor de un libro dedicado a la novelista tabasqueña, recuerda que “La peque” le confesó su propensión innata a imaginar historias a partir de las lápidas de los cementerios, por eso desde chica se volvió una flanneur de los camposantos. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Su capacidad de escuchar no sólo la hacía ganar oyentes, toda ese contacto humano que la rodeaba se volvió sinónimo de narrar y describir”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>A pesar de los 20 guiones que se filmaron, de los cuales Las señoritas Vivanco y Los perros de Dios fueron éxitos en taquilla, Vicens distinguió “entre el trabajo por encargo de guiones que le daban para comer, de su escritura personal, lo que no quiere decir que no fuera altamente profesional en su elaboración: eran buenísimos, tenían una escritura dramática perfecta porque ella poseía una gran intuición para las estructuras, incluso se sentía satisfecha de esos trabajos”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La teoría de Dueñas es que el guión de Los perros de Dios, originalmente llamado Ayudando a Dios, habría podido ser su tercera novela.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Es tan personal, tan íntimo para ella, fue el que más le gustó de todos los que escribió -se calcula que creó alrededor de 60 manuscritos-. Vicens reconocía ese guión como una obra propia, a pesar de que no estuvo conforme con la dirección de Francisco Del Villar”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La cinta fue protagonizada por Helena Rojo, Meche Carreño, Gloria Marín y Tito Junco. A diferencia de los personajes femeninos de sus novelas que apenas son sombras de sí mismos, en sus cintas las mujeres ocupan el lugar central: son rebeldes, transgresoras, pícaras y dicharacheras.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Su agudeza para los diálogos sabrosos e incisivos dibujaron una comedia de caracteres costumbristas que rayaba en un humor negro desternillante. No fue la única escritora interesada en el cinematógrafo como fuente de creación: Alfonso Reyes, Juan de la Cabada, José Revueltas, se sintieron también atraídos por este nuevo lenguaje.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>¿Con qué figura de mujer se sentía más cercana La peque: con las transgresoras de sus guiones o con las sumisas de sus novelas? </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Para su época, vestir con pantalones de hombre, tocando guitarra o fumando puros, no era lo que se esperaba de un señorita. Además, ella siempre andaba acompañada de amigos tan versátiles como el cineasta Luis Buñuel, la deslumbrante actriz Raquel Olmedo, el pintor Juan Soriano, los poetas Octavio Paz y Xavier Villaurrutia o las escritoras Elena Garro y Rosario Castellanos.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La cinta de Las señoritas Vivanco retrata perfectamente esa sociedad conservadora que guarda las apariencias mientras palpita en su fondo un río de historias soterradas, a veces contrarias a la moral dominante. Con argumento de Elena Garro y Juan de la Cabada, Vicens construye diálogos magistrales donde el equívoco cumple su función clásica de decir verdades secretas u ocultas.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Don Esteban, el viejo que esconde el motivo de su soltería, se apoya en una mentira que urden Hortensia y Teresa, para justificar el préstamo salvador que les hace. Les dice que ha visto al sobrino siempre ausente (por inventado) de las Vivanco, Ernestito, en el Gamberros, ¡un sitio donde se bebe trago!, en Ciudad de México. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-size: 100%; "><br /></span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-size: 100%; ">“-Pero ni lo conoce, ¿cómo fue que lo encontró?”</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“-Yo tengo mis mañas”</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span><br /></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Lo que viene es un juego de espejos donde la verdad sale a flote, y las apariencias se desvanecen:</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span><br /></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-Y ¿dónde lo vio?</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-En el Gamberros, con unos tipos.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-¿Y allí fue... dónde? ¿En pleno restaurante?</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-No, no, después me llevó a su casa, me invitó a una copa...</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-Ajá, entiendo, de allí era la cristalería, ¿no?</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-No, no, esa es de otra parte.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-Anda, pues no perdió el tiempo. ¿No se puso nervioso a la hora de la hora?</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-No, Teresita, eso se hace con aplomo o no se hace.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-¡Claro! Es la única forma. ¿Y usted piensa ir a México con frecuencia?</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-Pues ya ven ustedes que uo no voy muy seguido, sólo cuando es necesario.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>"-Pues nosotras igual, jajaja..."</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span><br /></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>A las hermanas Vivanco como a Don Esteban los subterfugios les sirven para escapar de los suyos, asumir sus propias identidades sin confrontar ni romper con la tradición que impone el orden preestablecido: la familia o la clase social.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span style="line-height: 150%; font-size: 100%; ">Josefina era un poco así. Peterson, que la trató en los últimos años, dice que su voz era grave, pero muy pocas ocasiones emotiva. “A veces no era discreta sino iracunda”.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Esta manera de ser explica su distanciamiento familiar con sus parientes tabasqueños. “La peque sostuvo una relación distante con sus parientes de Tabasco, porque provenía de una familia conservadora y ella tenías otros intereses en la vida”. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>En Ciudad de México se mantuvo ocupada en sus clases de guionismo, sus crónicas de toros, sus intervenciones a favor de los campesinos en las oficinas de la Reforma Agraria, donde trabajaba, en el sindicato cinematográfico. “No estaba dispuesta a prescindir de nada porque no era una persona que se arrendara por las dificultades”, agrega Peterson. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Por eso trató con políticos, con artistas, con campesinos, con toreros, con todo escritor que tuvo éxito en esa época, incluso con noveles autores posteriores a su generación. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Con todas esas agotadoras jornadas, la revelación de unos cuadernos de viaje de "La Peque" resulta todo un acontecimiento literario.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Son partes de un diario personal de viaje que ella escribió todas las noches para una persona a la que quería compartir sus vivencias, sus sensaciones y sus pensamientos”, explica Bucki Pérez Rubio, hija de don Luis Pérez Rubio, a quien Vicens dedicó esas páginas.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Se trata de un clásico diario de viajes de los que se vendían en las tiendas de los aeropuertos, cerrado y con una llave para salvaguardar el contenido de las hojas que se iban llenando. “A su regreso, Josefina lo entregó directamente a mi padre, a quien veía como un gran hermano”. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>La relación de La peque con don Luis Pérez Rubio se debía “al cariño entrañable" que ella tenía con las hermanas de éste.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Vicens se había casado a temprana edad con José Ferrer, pero el matrimonio habría durado muy poco. “No se divorciaron nunca porque mi tío, don José, siempre llegaba tarde a la oficina del Registro Civil u olvidaba la fecha de la cita”, detalla Aline quien firma el prólogo de la nueva reedición de las dos novelas publicadas por el Fondo de Cultura Económica con una bella tapa del pintor José Luis Cuevas.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Las observaciones de Vicens a su paso por las ciudades europeas que visitó son las que corresponden a una narradora de palabras precisas y certeras. Como todo viaje, también posibilitó un recorrido hacia la nuez interior de sí misma.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Además de vagabunda, soy una sentimental entrañable”, admite en el puñado de hojas que escribió, fragmentarias, con comentarios puntuales de las ciudades que visitó: toda Normandía bajando hasta Carcason, luego a Roma, Florencia y Venecia para culminar en la península Griega, en Delfos y Rodas, antes de regresar a París. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Otro paisano suyo -Jose Carlos Becerra Ramos- emprendería un viaje semejante, pero sin llegar a su destino final, las costas del Mar Egeo. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Pese a que muy probablemente Vicens redactó esas impresiones “muy frescas, en cada noche mientras viajaba”, como supone Bucki Pérez Rubio, la libreta de tapas gruesas no se llenó.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Ahora la posibilidad de un edición para estas notas está en la mesa. “Es algo familiar y tendríamos que ver si realmente se comparte todo. Que no tuviera nada personal sino simplemente sus impresiones de viaje. El interés público radica en que se muestra cómo ella veía y disfrutaba los viajes”, dice la actual propietaria del diario.</span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Por su parte, Samuel Gordon, organizador del coloquio internacional a la tabasqueña, que logró juntar no sólo a académicos e investigadores literarios, sino a los traductores de "La peque" al inglés e italiano, se muestra complacido con los resultados. </span></p> <p style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>“Uno viene a estos eventos para desenterrar tesoros, como decía Alfonso Reyes, entre todos lo sabemos todo, por eso la importancia de reunirse. Y vamos a publicar los libros del Coloquio, varios discos con sus películas para que vayan al final de ese libro y este breve diario para empezar a ver a Vicens de otra manera”, vaticina.</span></p> <p style="font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><br /></p> <p style="font-family: Georgia, serif; margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span>Foto: Aline Peterson lee su ponencia en el auditorio del Instituto de Investigaciones Estéticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, durante el coloquio dedicado a la escritora Josefina Vicens, en noviembre pasado. La acompaña el maestro Samuel Gordon, organizador del encuentro internacional.</span></p><p style="font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><br /></p> <p style="font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><br /></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-21161929866912424062012-04-01T21:31:00.001-07:002012-04-01T21:31:49.080-07:00Guillermo Fernández (1932-2012)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8sMdkcM6_qElDsff_j8K21DxdZoTcFj26Srzfhjd-PEia9udqhUnv1Y1bUarlYIpbaZTGhdXqG84arxP2Boib6BHVKvXXD2Z4eo7F31I-ZuRpmrrr9rUd0AorcJdgRfLGA3R_7eKccILH/s1600/374097_10150778228871257_529711256_11837171_1674289026_n.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 256px; height: 163px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8sMdkcM6_qElDsff_j8K21DxdZoTcFj26Srzfhjd-PEia9udqhUnv1Y1bUarlYIpbaZTGhdXqG84arxP2Boib6BHVKvXXD2Z4eo7F31I-ZuRpmrrr9rUd0AorcJdgRfLGA3R_7eKccILH/s400/374097_10150778228871257_529711256_11837171_1674289026_n.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5726656342976124050" border="0" /></a>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-30305783197023985072012-03-14T16:18:00.009-07:002012-04-07T22:53:57.874-07:00A deshoras<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqKvr9Y_7ngR5E-GS1Jqt862bG_0960nsDegRsTeXl_tqfya1Lhiw3t5UOpm6k7iFnTq8M81oIsDrLdoxiE6qpnDKXZpQWYgIhr03VTPEUKhzgFMlQPzubRbtSksLUofbfOW8ZKsoaTqzH/s1600/porta.jpg" style="font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 218px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqKvr9Y_7ngR5E-GS1Jqt862bG_0960nsDegRsTeXl_tqfya1Lhiw3t5UOpm6k7iFnTq8M81oIsDrLdoxiE6qpnDKXZpQWYgIhr03VTPEUKhzgFMlQPzubRbtSksLUofbfOW8ZKsoaTqzH/s400/porta.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719924621195631282" /></a><span ><br /></span><div><span ><br /></span></div><span >Los celos son unos ingredientes que ni en los platos de segunda mesa faltan.</span><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Su terapia era la pista de patinaje sobre hielo, ver a las parejas caer y levantarse, lo reconfortaba; nunca faltaba la mano extendida para seguir.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Está "amnestesiada": ni recuerda ni siente nada.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Siempre es la última vez.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div><span ><i>Nomás</i> que sea un sentimiento.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Imagina a un último hombre que no sabe nombrar las cosas con la voz porque conoce únicamente la pantalla táctil.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Se desvive por los mensajes cifrados y la botella verde no contiene más que sal.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Lo que pide ser subrayado.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Las más de las veces, olvida las cosas que suceden, y las inventadas las recuerda a detalle con mucha emoción.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Cuentas claras, amores largos.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >No te ama del todo si todavía no te ha hecho accionista.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Prefiere las mujeres con sandalias porque son ellas las que le dan redondez a la tierra, hacen que gire y ruede.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Se salvó del invierno, de la primavera, quién sabe.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >En el paraíso siempre hay lugar para dos.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Frenar y no caerse.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Añoranza por los estados prenatales.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >Se trataba de una mujer portátil, apenas ahora lo entendia cuando hacía tiempo había perdido ese equipaje.</span></div><div style="font-style: normal; "><span ><br /></span></div><div style="font-style: normal; "><span >***</span></div><div style="font-style: normal; "><span><p class="js-tweet-text" style="padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; border-image: initial; font: inherit; vertical-align: baseline; word-wrap: break-word; "></p><div><span ><br class="Apple-interchange-newline">Habría que medir la calidad de vida de una ciudad por el número de enfermedades venéreas de sus habitantes.</span></div><div><span ><br /></span></div><div><br /></div><p style="font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "></p></span></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-84847418753933220052012-03-11T12:27:00.001-07:002012-03-11T12:29:24.015-07:00Ciprián Cabrera Jasso (1950-2012)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGSypbOorr56kSKPEMx-IgTFbAHm4ypnZabzrq4M3CQMNcOvPj6u93o8_MkwpsEcTnctBWtCL28tTuTQvD2g6kAF4LOcW8HcCjREngNjpxLYdYO8e_ec6BRa_CNLzYlbaNRzml4tygdVvV/s1600/39651_1406029910083_1212469840_31059673_4647107_n.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 266px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGSypbOorr56kSKPEMx-IgTFbAHm4ypnZabzrq4M3CQMNcOvPj6u93o8_MkwpsEcTnctBWtCL28tTuTQvD2g6kAF4LOcW8HcCjREngNjpxLYdYO8e_ec6BRa_CNLzYlbaNRzml4tygdVvV/s400/39651_1406029910083_1212469840_31059673_4647107_n.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5718723671261435714" /></a>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-62346729022190183792012-02-22T07:06:00.000-08:002012-02-22T07:42:42.371-08:00El cuento de ser joven<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxYDq6QF-O9U0JOKGbE2NYG8xArI4WJowf5PsO08AOYhK-4xp4nYnHTLETI-aheo336qXCChdLRvqifvacfKN4BsibWBwtR_Udl42nMwR6-cX1Znh_JrYdJCnIIz53njAvgBDA5B8ogL2h/s1600/marcos.jpg" style="font-style: normal; font-weight: normal; font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxYDq6QF-O9U0JOKGbE2NYG8xArI4WJowf5PsO08AOYhK-4xp4nYnHTLETI-aheo336qXCChdLRvqifvacfKN4BsibWBwtR_Udl42nMwR6-cX1Znh_JrYdJCnIIz53njAvgBDA5B8ogL2h/s400/marcos.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5711978701828903746" /></a><br /><div style="font-style: normal; font-weight: normal; font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>Historias con final sorpresivo. Personajes locos que se confunden con la locura de las ciudades que habitan. Horrendos pero inconfundibles. Hiperrealista, fantásticos, repletos de humor negro.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>Son los cuentos que me vienen a la choya a propósito de una larga conversación con Marcos Rojas, quien con un manuscrito de cuentos terminado, se perfila como un narrador singular cuyas historias son verdaderos tour de force.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><span>Porque si algo tiene el cuento es que su esencia se asemeja a la de ser joven: breve, pero intensa; siempre desfigurando la simplicidad de las horas, en extraordinarias vidas.</span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><span><br /></span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><span>Si existen máquinas capaces de rejuvenecer por días a los viejos prematuros, estas son los libros de cuentos -también las bicicletas, los parques y las salas de cine.</span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>Como el exilir es sencillo, basta con leer una buena historia para sentir la bocanada de vida animando los pulmones evaporados. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><span>Mientras el libro inédito de Marcos no sea publicado para que constaten lo que digo, doy acá una lista de cuentos que me han gustado enormemente y que recuerdo con mucha emoción y afecto</span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><span><br /></span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><span>Son los que mi choya no ha olvidado del todo. </span><span>Los que logré recordar con Marcos Rojas, narrador que por cierto nació en Villahermosa, se educó en Mérida y ha residido por largas temporadas en Estados Unidos y Bélgica, experiencias que lo han llevado a escribir sobre la migración de los mexicanos en el extranjero -un tema que han abordado Pitol, Enrigue, Lara Zavala, por citar algunos.</span></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>Faltan aquí nombres de autores que recuerdo con cariño, pero que me fue imposible precisar una sola de sus grandes historias -hecho que derriba mi teoría de que la prueba de fuego de una gran historia es que se graba para siempre en la memoria de quien la encuentra. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>Quizá lo que queda es solo una vaga emoción, aunque se olvide por completo la anécdota, como una taza de café para comenzar el día. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>En esta no-lista puedo mencionar a Clarice Lispector, a Rubem Fonseca, a Juan José Arreola, a William Somerset Maugam, a Rigth Lander, Doris Dörrie, Alejo Carpentier, Anton Arrufá, Rodrigo Rey Rosa y un largo etcétera.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>Cuando el libro de Marco sea publicado en alguna editorial importante de Ciudad de México, creo que pondré en esta lista “El tirahueso”, que hasta ahora me sigue emocionando más que “Tu primo 'El trigre' García”. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>No porque el otro demerite en calidad, sino porque la polifonía de voces bien manejada contribuye a escribir esta historia locuaz, terrible y de un humor negro que el mismo Virgilio Piñera hubiera celebrado. Y que fue motivo del encuentro con el joven narrador.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>La lista:</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>1.El leonardo, Vladimir Nabokov. Una muñeca rusa.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>2.El dragón, Ray Bradbury. Remedio para melancólicos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>3.El hombre que ríe, J. D. Salinger. Nueve cuentos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>4.El balcón, Felisberto Hernández. Nadie encendía las lámparas.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>5.El corazón delator, Edgar Allan Poe. Obras completas.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>6.Como en Grennwich, Mario Benedetti. Montevideanos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>7.Continuidad en los parques, Julio Cortázar. Cuentos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>8.La ventana, Saki. Cuentos</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>9.La mujer de nieve, Lafcadio Hearn. Cuentos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>10.Una tarde, Adán, Italo Calvino. Por último, el cuervo.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>11.Amsterdam, México, Juan Villoro. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>12.Ultraje, Alvaro Enrigue. Hipotermia.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>13.El rastro de tu sangre en la nieve, Gabriel García Márquez. 12 cuentos pregrinos</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>14.Páginas de Cold Point, Paul Bowles. Cuentos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>15. La selva se achica, Fabio Morabito. Grieta de fatiga.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>16. Una boda en Brownsville, Isaac Bashevis Singer, en Una boda en Brownsville. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>17.El almohadón de plumas, Horacio Quiroga. Cuentos de la selva.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>18. La juventud en la otra rivera, Julio Ramón Ribeyro. Cuentos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>19. No oyes ladrar los perros, Juan Rulfo. El llano en llamas.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>20.Cuento del joven marinero, Isak Dinesen. Cuentos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>21. Solo en invierno y de madrugada, Hernán Lara. El mismo cielo.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>22. Amores de vista, Virgilio Piñera. Cuentos fríos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>23. Vals de Mefisto, Sergio Pitol.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>24. Nadie decía nada, Raymond Carver. ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>25. La mujer de nieve, Ryonosuke Akutagawa. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>26. Cuento de los días de la mala suerte, Gogol. Cuentos cosacos.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>27. El incidente con el sombrero, Yasunari Kawabata. Historias que caben en una mano.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>28. Funes el memorioso, Jorge Luis Borges. El aleph. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>29. Máscaras venecianas, Adolfo Bioy Casares, en Máscaras venecianas. </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>30. Un suceso sobre el río Owl, Ambrose Bierce.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>31. La cenicienta en San Francisco, Antonio Skármeta, Novios y solitarios.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>32. La cerveza de los hombres solos, Ramón Díaz Eterovic, en Ese viejo cuento de amar.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>33. Una casa con desván, Anton Chejov, Obras completas.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span>34. Las ratas, José Bianco, en Sombra suele vestir.</span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span> </span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "><span><br /></span></div><div><span><i>Marcos Rojas lee la cuarta de forro de La destrucción de Kreshev, edición del Acantilado, de Isaac Bashevis Singer, en un momento de descanso luego de grabar el audio de su cuento 'El tirahueso'. Foto: Caro Vera.</i></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "><span><br /></span></div><div style="font-style: normal; font-weight: normal; font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; "><span><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-size: 100%; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal; "><br /></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-9712380340093668072012-01-22T23:22:00.000-08:002012-01-23T23:26:33.696-08:00Al bote, pronto<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnUowwqVDEY8BMiOLYjp8rYce5-4L6KdVwz1IsZuAq2gECGpUwxgs-NVmWRsvoU4-Dp3ScqGpP0wB4Q0XXkIUPh4u6EWu0jv2S7ikyAgAxy-gSPTG7rhOX21mpvuQhHMllnuR6t7oE7KJG/s1600/baile.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 334px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnUowwqVDEY8BMiOLYjp8rYce5-4L6KdVwz1IsZuAq2gECGpUwxgs-NVmWRsvoU4-Dp3ScqGpP0wB4Q0XXkIUPh4u6EWu0jv2S7ikyAgAxy-gSPTG7rhOX21mpvuQhHMllnuR6t7oE7KJG/s400/baile.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5701096191410133986" /></a><br /><div style="text-align: center; "><span><u><br /></u></span></div>Aprende en sueños a hacer el nudo de la vida para no temer al vacío.<div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Tú soñarás, como si fuera yo, contigo; yo soñaré como si fueras tú, conmigo.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>La conciencia de saber que lo que se vive es un sueño, no le resta emoción ni importancia.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Suena todo bien porque se trata nada más que de un sueño.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Es una bocalicona.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>¿Cómo soy? Igual de lindo que vos.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Es una historia de amor: él, ella, el otro y la otra.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Camina así porque si se quita la venda, se pararía y no vería nada.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>De haberse quedado la habría decepcionado.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Esa mujer le importaba mucho, por eso decidió no ir a la cita, para no saber qué tan bien bailaba.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Cuando estamos solos, los rostros adquieren una singularidad; la compañía es enajenante.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>La luna llena parecía un pez globo a punto de mojarnos.</div></div><br /><div><br /></div><div><br /></div><div><span><i>Fotografía: Obra sin título de Sara Emilia Medina, 2011.</i></span></div><div><div><br /></div></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-18359697359528068822012-01-10T07:07:00.000-08:002012-01-10T07:41:10.456-08:00El peso de las palabras: sobre la mano y la caballería como medidas en La Chontalpa<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOP3FUrqrlxRv3E1eW96adYIgY-6-BTc4Vu-b9N2iULU-t1hdoT3rCMRkMIZ7Dpx6EQzsndEvsBm6UkSQ8ziBJCincVNKvbGBdcTIHkN4S6TuHbJ2e7wOFiRXGvqBojqj5EEGk11hSIDaT/s1600/peso.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOP3FUrqrlxRv3E1eW96adYIgY-6-BTc4Vu-b9N2iULU-t1hdoT3rCMRkMIZ7Dpx6EQzsndEvsBm6UkSQ8ziBJCincVNKvbGBdcTIHkN4S6TuHbJ2e7wOFiRXGvqBojqj5EEGk11hSIDaT/s400/peso.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5696026131191142642" /></a><br /><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span><span>Un chilango llamará siempre tortuga a todas las especies de quelonios y si se atreve a hacer una distinción tendrá que basarse forzosamente en lo más evidente, su tamaño, para decir tortuguitas.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>El nativo de Tabasco, en cambio, inmerso en su pasado de agua, sabía distinguir entre un guao, un chiquiguao, una hicotea, una tres lomos, una mojina y un pochitoque.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>El mentado aguacate criollo que ofertan las cadenas comerciales por todo el país es llamado por los nativos tabaqueños chinín, y sus vecinos de Veracruz lo nombran pagua, ambas palabras fueron importadas por los mexicas durante su expansión por el Golfo de México.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>La influencia más directa e inmediata del hispanohablante en estas tierras bajas, como ya ha mencionado Rosario Gutiérrez Eskildsen en <i>Substrato y superestrato del Español en Tabasco</i>, procedió de las lenguas vecinas: el náhuatl conquistador, el maya vecino y la variante de éste, el chontal, que tuvo su gran auge en el área que se conoce como La Chontalpa.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Otros hechos -metalingüísticos- como la historia particular de una comunidad (el aislamiento del sureste mexicano con respecto al centro) y, más recientemente, la economía global y hasta la tecnología, contribuyen -imperceptible e inevitablemente- a moldear, corromper, preservar, transplantar, revivir y reinventar el habla del español en el sureste mexicano.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>De la incidencia de una lengua sobre otra hasta su mestizaje, se pueden mencionar las unidades de medida antiguas, que todavía usan los ancianos en los mercados públicos de Tabasco.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Algunos patrones se remontan hasta el periodo Posclásico, cuando los mexicas obligaron a los chontales -prodigiosamente establecidos en el umbral de las ciudades estados mayas-, a comerciar con ellos, imponiéndoles sus medidas.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Los yoko t`aan, de por sí bilingües por sus muchos tratos comerciales con otros pueblos, no tuvieron empacho en adoptar las medidas aztecas como suyas.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Todavía si uno camina por los mercados descuidados por las administraciones municipales -tan veleidosas con las cadenas comerciales-, se oye a marchantes pedir “una mano” de cacao o de mazorcas de maíz o algún fruto local.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Por la llamada autopista rápida a Paraíso, decenas de pequeños agricultores con su excedente de maíz, se paran a ambas orillas de las dobles vías con sus sacos de polietileno -antes eran tejidos de henequén- y ofrecen a "nueve pesos una mano de maíz".</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>La mano, en este caso, equivale a cinco unidades y era muy efectiva aún cuando el hablante no supiera mucho de números porque bastaba con mirar sus dedos para realizar cualquier transacción.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>De la mano viene el zonte o soncle, que era el equivalente a 80 manos, es decir, unas 400 unidades, convención usada generalmente para realizar grandes transacciones.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Como señala Charles Gibson en <i>Los aztecas bajo el dominio español</i>, los mercaderes indígenas no tasaban sus productos basándose en el peso, sino en unidades que tenían como base la numeración vigecimal azteca.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Hasta mediados del siglo XX, los comerciantes que venían en sus torton de Monterrey, Puebla y Ciudad de México, a comprar el zapote sembrado en estas tierras bajas, se rehusaron a usar el millar en sus negociaciones, eligiendo el zonte como el patrón más conveniente.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>En un saco de henequén cabía aproximadamente medio zonte de mazorcas, pero si el fruto se daba bien, las 200 unidades no alcanzaban a entrar todas, quedando fuera dos o tres manos, imprevisto que se resolvía alargando la costura del saco con una pita elaborada también de henequén.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>La palabra zontle se origina del náhuatl tzontli que, según Francisco J. Santamaría, en su <i>Diccionario de Americanismos</i>, significa: cuatrocientos.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Además de contar el cacao y el maíz, el patrón se aplicaba a otros frutos como la naranja y el zapote, o cosas como la leña. </span> </span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>"Zontear el maíz o la leña" es una expresión ya casi extinta en la entidad, pues raramente se la oye entre los viejos campesinos, a no ser que evoquen la tarea que hicieron de niños al contar las mazorcas o las rajas de leña, acomodándolas en grupos de 20, cada uno con 20 unidades, para alcanzar la cifra de 400.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>El tzontle también era usado para medir el terreno, fijando una unidad por cada 4.4 hectáreas de tierra. En <i>La servidumbre agraria en México</i> en la época porfirista, el historiador Fiedrich Katz menciona la costumbre en las haciendas cacaoteras de otorgar medio zontle -unas 2.24 hectáreas- de tierras cultivables a los peones acasillados como parte de su paupérrimo salario.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Otro ejemplo de medida aún vigente es la cuarta, que es la extensión de la mano abierta y extendida que va del extremo del dedo pulgar al meñique.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Para mí asombro, la palabra fue aceptaba apenas en el DRAE de 1869 y remite a la voz más extendidad de palmo, voz que ya estaba en la citada obra desde 1737, con dos significados diferentes. </span> </span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>No será sino hasta la versión de 1970, en que los académicos decidan darle por fin la entrada de medida, con excepción de la edición de 1983, las posteriores de 1984, 1989, 1992 y 2002, la conservarán.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Algunos vendedores del mercado de Comalcalco y Paraíso siguen prefiriendo usar la cuarta como medida en vez del kilo. Un viejo vendedor de las Flores Segunda, en Paraíso, prefiere vender en peso y no en extensión su longaniza ahumada. Cuenta jocosamente que las que venden en cuarta son mujeronas grandes, lo que hace que el marchante imagine que la palma enorme de esa mano significará más longaniza para su mandado. Pero una vez hecho el trato, esa mujer robusta llama a otra más bajita y de mano pequeñita. </span> </span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span> No obstante, el sueño de cualquier ranchero en La Chontalpa hasta el periodo posrevolucionario era poseer una caballería. La medida resulta menos antigua en América que el zontle, porque los nativos de estas tierras no conocieron el caballo sino hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, quienes además de imponer este patrón implantaron también la arroba y el quintal para comerciar la carne, la manteca, el frijol, el azúcar, la panela, el café, el palo de tinte y el jabón.</span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>El <i>Diccionario de Autoridades</i> de 1729, pone varias entradas a caballería, pero todas parten de “la bestia en que se anda a caballo”. De esta procede “el número de hombres a caballo que forman un cuerpo” y por extensión “toda la gente de armas montada a caballo” que constituye un ejército. </span> </span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>De las obligaciones y privilegios del buen guerrero con montura se dice que formaban caballería. Uno de estos privilegios se había impuesto como regla: conceder “ciertas rentas que los Ricos hombres repartían de las suyas propias entre los Caballeros y gente de guerra , que eran sus vasallos y los asistían cuando salían a servir a los reyes”. De modo que caballería pasó a nombrar todas las rentas obtenidas por los caballeros que acaudillaban las guerras.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>El Diccionario de 1780 amplía la entrada: “En lo antiguo era la porción que de los despojos tocaba a cada caballero en la guerra, y a proporción había media caballería y aún doble, como sucedía al General que ganaba algún despojo, al que se le duplicaba la recompensa”.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Por supuesto que el auténtico caballero tenía que no dejarse dominar por la avaricia y cumplir sus deberes como vasallo y guerrero, entre los que figuraba compartir el despojo noblemente llamado caballería. No hacerlo implicaba deshonra o destierro, como sucede a don Rodrigo Diaz de Vivar en el <i>Cantar de Mio Cid</i>. </span> </span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Con la Otra Conquista penínsular en Mesoamérica, la Corona española concedió a los pobladores de las tierras conquistadas “repartimiento de tierra o haciendas” con el fin de que los indios “se avencindacen y mantuviesen en ellas”. Dicha provisión se llamó caballería, en oposición a casas, solares y peonías. Incluso, queda fijada la extensión de la tierra: “ cien pies de ancho y doscientos de largo”</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>En Tabasco, el término sobrevivió entre finqueros para fijar extensiones de tierra muy amplias. Santamaría en su Diccionario de Americanismos precisa la medida: 42.7953 hectáreas. </span> </span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Criollos o mestizos no escaparon en pleno siglo XX a la vieja costumbre española de dejar como herencia una caballería por cada hijo que se tuviera. “Se hacían el propósito de sembrar frijolar, milpa, engordar puerco, levantar pavos para comprar muchos terrenos que entonces sobraban en esas cantidades”, evoca un viejo hacendado de Chiltepec, en Paraíso.</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "> <span><span>Y ustedes ¿cuáles medidas recuerdan?</span></span></p> <p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span ><i><br /></i></span></p><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 150%; "><span ><i>*Este texto es una parte de un trabajo más extenso sobre el tema, el cual sólo le interesó publicarlo en Tabasco al editor Lester Wilson, en una de sus muchas publicaciones periódicas que tira. Es precisamente a él a quien dedico esta parte.</i></span></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-23464751374667734482012-01-02T12:35:00.000-08:002012-01-02T13:09:41.255-08:00Trama y poema en Estación abierta<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkKb4YbOHnLMq1uhUkJPYRqyc-IF6atCHwEcWSPvULEuGFNmpg6_r_2bvdK_Xm4JMbWsTQGl9t_xm9Mq-PeMWfLcYALhuSEvwmi66eRJ4mD-T-a8E6EffHslS6-Yb8XNpk93NL8UYhOmq8/s1600/vero.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkKb4YbOHnLMq1uhUkJPYRqyc-IF6atCHwEcWSPvULEuGFNmpg6_r_2bvdK_Xm4JMbWsTQGl9t_xm9Mq-PeMWfLcYALhuSEvwmi66eRJ4mD-T-a8E6EffHslS6-Yb8XNpk93NL8UYhOmq8/s400/vero.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5693143720183110098" /></a><br /><div><span>Con el manuscrito, “Estación abierta”, Verónica Sánchez Marín ganó en 2011, el premio estatal de poesía Jose Carlos Becerra. </span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Distanciados de la polémica que suscitó el fallo del jurado, el texto manuscrito honra al poeta de Oscura palabra, que supo encontrar en los elementos terrestre del infortunio, la cultura de masas o el cine sonoro, los versos memorables para su poesía.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Al concederle el premio que lleva el nombre de un poeta que, para fortuna de sus lectores, siempre estará más allá de intereses políticos mezquinos, el jurado confirma una vocación literaria que comenzó cuando menos hace una década. </span></div><div><br /></div><div>El registro documental más lejano de sus desvelos líricos data del año 2004, cuando junto a otros jóvenes de su generación, entre quienes se encuentran Lorenzo Morales, Beatriz Pérez y Diana Juárez, participa con un cuento breve titulado “Tamú”, en el libro colectivo Ojos de duende.</div><div><span><br /></span></div><div><span>Este detalle es importante anotarlo para corroborar un rasgo evidente en todo su trabajo lírico publicado hasta ahora: sus doble vertiente amorosa con la escritura: la trama y el verso, que se extienden como un rizoma para potenciar los dos terrenos.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>El aprendizaje de Verónica ha sido como el de todo joven que comienza a escribir: lento, accidentado, doloroso, pero con mucha pasión.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>El primer taller literario al que asistió se llamó “En busca del tiempo perdido”, que coordinaban los entonces chamacos Daniel Peralta, Alvaro Solís, Jaime Ruiz y Benjamín González.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>La mecánica de trabajo, por cierto, era muy singular: consistía en tener siempre un coordinador invitado por una o varias semanas. Sospecho que de este modo los talleristas aseguraban los cafés de cortesía.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Luego, creo, vino el taller del maestro Antonio Solís Calvillo, celebrado en El jaguar despertado.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Todos estos detalles mínimos dieron sus primeros frutos en 2007, cuando su nombre fue incluido en la investigación literaria que parecía que don Marco Antonio Acosta nunca iba a concluir, la Nueva Antología de Poetas Tabasqueños Contemporáneos, que venía a actualizar la suya propia editada en los setenta.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>La serie de poemas de Sánchez Marín apareció en el tomo tres, poco antes de que se cerrara el volumen con los poemas de Beatriz Pérez y Pablo A. Graniel. </span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Esos breves poemas son apenas un balbuceo de una escritura en busca de su voz. Se trata de textos breves, fragmentarios, que no esconden ni sus influencias cercanas ni la fascinación de la joven autora por sus múltiples reflejos.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>De todos modo hay allí versos deslumbrantes, sobre todo cuando la exacerbación -amplificada por una enumeración vertiginosa- cede el paso a una observación objetiva de las cosas, que encuentra en lo profundo la sencillez.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Acá doy un ejemplo:</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>“tantas olas</span></div><div><span>tantos preparativos</span></div><div><span>y tan pocas razones de hacerse al mar”</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Ese tono bajo que parece venir de una voz distante y honda, irá creciendo por fortuna hacia adentro, hacia el abismo de sí mismo, en muchos pasajes de lo que constituirá Estación abierta. </span></div><div><span><br /></span></div><div><span>El 2008 fue un año intenso para ella. Publica una nueva serie de poemas en una plaquete colectiva titulada Triángulos oscuros, que editó Indira Broca, más o menos de la misma generación de Verónica.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>En 2009, textos suyos fueron incluidos en una antología de 10 poetas novísimos que preparó generosamente Alvaro Solís para la revista Punto de Partida, que edita la UNAM.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>En el citado número 155, de mayo-junio de 2009, Verónica se atreve a hablar fuera del poema de su trabajo lírico y deja ver que el templo sagrado de sus influencias comienza a poblarse. Al lado de la autora de La mujer rota, y del autor de Relaciones de los hechos, reconoce dos nuevos nombres: la poesía sintética de Yanis Ritzos y el tono impestuoso de Vicente Huidoboro.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Confiesa Verónica de esa selección:</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>“Desde que me di cuenta no busco otra cosa que escribir una historia, no mía necesariamente, pero sí que conmueva al lector, que lo divierta, al menos esas son mis aspiraciones”.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Tal espíritu es el que anima el libro Estación abierta, un material dividido en tres partes, que propone un viaje hacia la escritura intimista, donde el paisaje se escribe con los ojos y se lee con las ventanas del corazón, a tal punto que ya no hay separación, diferencia, frontera, entre lo externo y lo interno, entre el yo y el nosotros. Lo que uno esperaría del poema.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Los siguientes versos podrían ser el ars poética de este libro:</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Tantas palabras dormidas esperan</span></div><div><span>hacerlas brillar como tantas otras estrellas, </span></div><div><span>sacarlas del sueño</span></div><div><span>como granos de trigo.</span></div><div><span>El sentido y la corriente se alternan </span></div><div><span>en un lenguaje amorfo donde nada se comparte, el uno expulsa</span></div><div><span>al otro y a gusto del orgullo socaba el mantenimiento de las tierras.</span></div><div><span>Tantos pájaros parten sin retorno.</span></div><div><span>El éxodo es su sitio para pensar.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Lo que uno lee sabe a escritura onírica, a poética del ensueño, a vida que ocurre sobre una pantalla que va contando una historia que también se proyecta más allá de la luz, hacia la oscuridad de las posibilidades. La realidad es distorsionada por un filtro que es una película que a su vez es distorsionada por una espectadora que a su vez escribe poesía que a su vez es vista y leída por un lector/esspetador de cinepoéticas.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>En esta duermevela sentida muchos versos pasen de la primera persona del singular a la primera del plural, no como defecto, sino como una consecuencia de esta mirada de soslayo.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Como ocurre en los primeros libros de noveles autores, aquí hay ecos de otras voces familiares a Verónica. Una de ellas es la de una poeta iraní que Verónica ha leído muy bien, y con la cual de seguro halla afinidades, no sólo porque ella y Forougth Farrokhzad sean mujeres o porque les fascine la escritura y el cine, sino por eso que Goehte llamaba muy bien la afinidades electivas. Aludo sobre todo a las conversaciones íntimas de esa voz literaria con su amante.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Todavía siento esa invitación en mis orejas rojas:</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Quédate a detener el juego</span></div><div><span>también puedes quedarte para mostrarte indeseable</span></div><div><span>posado como un pájaro de mal agüero</span></div><div><span>con una sola pata encima de la cerca</span></div><div><span>y los ojos clavados en el sol para acompañarte a ti mismo</span></div><div><span>y si es posible a esta mujer </span></div><div><span>que no puede acostarse con la luz</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Hace un rato dije de ese tono bajo, casi sereno, reflexivo, que animan muchos de los versos de Estación abierta. Son los que más me gustan porque dan un nuevo sentido al mundo inmediato.</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>Una escritura así sólo se logra con sabiduría, lo que quiere decir también, con dolor y sufrimiento. Estación abierta es una invitación a tomar un viaje íntimo, sereno, sensual, algo oscuro, pero gratificante. ¡Qué gusto leer este primer libro de Verónica!</span></div><div><span><br /></span></div><div><span>*</span><span>Este texto fue la parte medular de la presentación del libro Estación abierta, de Verónica Sánchez Marín, que leí el miércoles 28 de noviembre, en la fundación José Carlos Becerra. Además de la autora, participó también el joven escritor Marco Antonio Antúnez Piña.</span></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-31032739666860712472011-12-06T21:49:00.000-08:002011-12-07T06:09:44.314-08:00Calle, calle, calle<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEGMOfTPSj-yVX342vPAZn9Rdz8bisjlGj272Wvd2tXTYhbs5p6vqjZfDPxGIgWIqGQoDrgD5Sa1LLs4cKarivPi541mWkfTl6KJSbLGye2vNRaz_mtiWXk9cHCQfMe0Mqu_ttEV6CO-B5/s1600/5472104593_740f984483_o.jpeg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 293px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEGMOfTPSj-yVX342vPAZn9Rdz8bisjlGj272Wvd2tXTYhbs5p6vqjZfDPxGIgWIqGQoDrgD5Sa1LLs4cKarivPi541mWkfTl6KJSbLGye2vNRaz_mtiWXk9cHCQfMe0Mqu_ttEV6CO-B5/s400/5472104593_740f984483_o.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5683262060517507202" /></a><br /><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Si el subsuelo de Ciudad de México parece bullir de vida, las calles de las colonias Roma, Narvarte y del Valle son el patio de recreo de una asilo de ancianos: hombres de barbas entrecanas o mujeres pálidas salen a tomar un poco del débil sol.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Los sedentarios que han alcanzado la edad adulta y el sobrepeso, toman puntualmente el café de la mañana mientras leen La Jornada, Reforma o Letras Libres y envían mensajes por sus Blackbeerry.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Al mirarlos detenidamente se establece un lazo entrañablemente familiar, como si fueran viejos conocidos que hubieran crecido juntos, ahora envejecen a la par.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">¿Qué clase de ciudad sería ésta, si el mar tocara su varicosa periferia? Sería una crónica escrita en lengua portuguesa con telón de fondo muy parecido a Río de Janeiro.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Esa sensación de mar llega en el aire salitroso que flota en sus plazas con fuentes resecas, y en la luz marina que anima los paraderos del transbus, un sistema de transporte rápido que atraviesa la mitad de las avenidas. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Es como si de pronto, detrás de esas jaulas de cristal -una casa de espejos alucinantes- fueran asomar las olas.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Ciudad de México es muchas ciudades. El centro, por ejemplo, es el espacio para los olores. Huele a guisado con sopa, a papaloquelite que acompaña los tacos, a carnitas bañadas en aceite.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La avenida Reforma -la calle legítimamente más imperial porque fue hecha para los paseos del emperador europeo Maximiliano de Habsgurgo- es también la más moderna: está hecha para verse con lentes oscuros.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Atiborrada de hoteles de lujo, boutiques de moda, restaurantes de alta cocina y casa señoriales, resulta la más artificiosa. Parece de celofán, envuelta siempre para una fiesta de carnaval. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Avenida Insurgentes se cruza con Reforma y es otra vía que no duerme de noche. Durante el día es un remolino que te traga; al caer el sol es un vampiro que succiona. El noctámbulo no tiene escapatoria.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Su glorieta vomita a vampiresas, darketos, punks, oficinistas, parejas gays que todavía creen en el amor; cuando regresan a sus casas, se buscan así mismos, en el doble mural de Rafael Cauduro, como pasajeros de otras vidas.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">El Viaducto sólo está hecho para que circulen los automóviles. Tiene seis carriles y en su centro corre entubado lo que podría ser un río que nunca ve brotar flores en sus orillas.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Tlalpan está sembrada de hoteles con habitaciones de 180 pesos provistas de un tubo o columpios, según la fantasía de quienes los visitan. Parece estar condenado a ser un punto de paso donde nadie quiere echar raíces. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Donde quiera que se halle uno sentirá el placer de integrarse espontáneamente a la masa que se forma en el paso de una cebra, y luego disgregarse a invitación del rojo al verde.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Así sucesivamente: correr, parar, integrarse, disgregarse. Como si formara parte de una misteriosa tabla calistécnica que une y disgrega. Uno, dos, uno, dos.</span></p><p class="p1"><br /></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span"><i>Mural de Rafael Cauduro sobre el Metro de París y Londres, en el andén de la estación Insurgentes / Foto: Jesús "Chucho" Díaz, flicker.</i></span></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-44959884686995192532011-12-03T23:41:00.000-08:002011-12-05T22:03:00.625-08:00Ciudad de México: ¿1939-2011?<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRd7EXiJSwVMaXN3PKG8KOLsFAskYXX22KLjcltRs2uo5oYBzG5HePwlXRHGVPkifGWhunQwSVeIc6R7F3SmFwbIvfpAYnoWxJU03mEEiWpdY1vGUEzjQCMPtfx4vrcVSFOQJghoKu22fb/s1600/250132_214605428592051_100001277850557_699404_2404552_n.jpeg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 217px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRd7EXiJSwVMaXN3PKG8KOLsFAskYXX22KLjcltRs2uo5oYBzG5HePwlXRHGVPkifGWhunQwSVeIc6R7F3SmFwbIvfpAYnoWxJU03mEEiWpdY1vGUEzjQCMPtfx4vrcVSFOQJghoKu22fb/s400/250132_214605428592051_100001277850557_699404_2404552_n.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5682177483810961762" /></a><br /><p class="p1"><span class="Apple-style-span">En Ciudad de México es posible cruzar fronteras sin darse cuenta, entablar diálogos con los muertos y echar un ojo al pasado para ver mejor el horizonte y platicar de otro modo con los vivos.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Esto mismo es lo que me va ocurriendo mientras dejo atrás la esbelta Torre Latinoamericana que resistió el sismo de 1985, la Casa de los Azulejos donde las fuerzas zapatistas desayunaron bisquetes con café, y el imperial palacio del fallido emperador don Agustín de Iturbide, antes de subir literalmente al Museo del Estanquillo, situado arriba de una tienda de discos de la cadena Mix Up. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Lo que viene es una ascensión y, aunque suene contradictorio, un descenso. Y la esquina donde se exhibe “Dos miradas al fascismo” -avenida Francisco I. Madero e Isabel La Católica-, la encrucijada más visible en el mapa de las correspondencias, no la única. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Lo evidente en esta exposición: las crisis económicas, políticas y sociales abren agujeros para la ascensión de ultraderechas revestidas de mesianismo. Nuestro propio país no estuvo exento -ni lo ha estado- de estos peligros internacionales, que coincidieron con la guerra cristera y el sinarquismo. No mesianismos tropicales, sino altiplanos.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">“Dos miradas al fascismo” también plantea que, entre tanto barullo global y aldeano, siempre es urgente saber: qué se elige. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">¿Qué cuándo ha habido un tiempo bueno, claro, idóneo? Nunca, parecen decir los viejos personajes. Los gatos de noche son pardos.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Miguel Covarrubias, Luis Arenal, Santos Balmori, Leopoldo Méndez, José Chávez Morado y Diego Rivera, entre otros, capturan la época azarosa que les tocó vivir; a través de sus carteles y grabados saben distinguir: ponen a los políticos de aquella época (Juan Andrew Almazán, Saturnino Sedillo, Emilio Portes Gil) como ladrones sin escrúpulos, aliados al gran capital y la prensa vendida.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">¡Qué actual esta crítica pictórica formulada entre los años 1930-1940! Cuando un gobierno apela a la religión, a la familia y a la patria para instaurar un Estado "seguro", sus propósitos no están muy lejos del Estado totalitario, que tiene en nada la vida. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Hay fotos en la expo que sorprenden y congelan el ánimo: una esvástica ondeando entre los techos del centro de Ciudad de México con fondo de cúpula dorada de Bellas Artes. Otra imagen: un grupo de mujeres bien vestidas, encopetaditas, en el casino español haciendo el saludo nazi.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La ideología ultra metida en las entrañas de esa clase que no quiere perder sus privilegios, la doble moral de la derecha sinarquista que con una mano saluda al Führer y con la otra rechaza el reparto de tierra y la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Y si al sinarquismo -cuyo más "destacado" fundador fue Salvador Abascal padre- le da urticaria las políticas sociales de Lázaro Cárdenas -como ahora esa misma clase ultraderechista reniega de las reformas para la no penalización del aborto en DF o las bodas entre personas de mismo sexo -sólo por citar dos cambios impulsados por la izquierda mexicana-, imposible no acordarse mientras se ven los grabados y carteles, de la alegría de Josefina Vicens -motivo principal de mi visita a Ciudad de México- cuando evocaba ella misma las largas filas en el Palacio de Bellas Artes para apoyar la nacionalización petrolera.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Según Aline Peterson, su tía le decía cada que recordaba ese gesto popular que atestiguó: "Nunca he vuelto a sentir nada semejante, ninguna emoción como aquella que sentí al ver las largas filas en Bellas Artes".</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">“Dos miradas al fascismo” incluye también audios: una entrevista con Diego Rivera a propósito del óleo "El refugio de Hitler", que se exhibe al final de la sala, donde el muralista cuenta cómo hizo primero los bocetos en una breve escala en la recién liberada Berlín, y ya después, al regreso de su viaje de Moscú para curarse del cáncer, crear el óleo singular que se aparta de su estilo expansivo y colorista para amplificar un vacío en la tela, ahondado por una paleta bruna.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Otro audio es la voz del poeta refugiado español León Felipe, que a diferencia del narrador José Vasconcelos o el pintor Dr. Atl, se opuso tajante y éticamente al nazifascismo que no respeta la vida. "Esos poetas infernales que hablen más bajo, que se callen.. Tú Dante, no tienes imaginación. Acuérdate que en tu infierno no hay un niño siquiera. Y ese niño está solo..."</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">¿Qué año es el de esta mañana de domingo, cuando los diarios anuncian el arranque del handicap por la presidencia? ¿1939 ó 2011?</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Nunca fue óptimo ni fácil el panorama a fines de los años treinta del siglo pasado para tomar una elección decisiva. No lo fue antes ni tiene por qué serlo ahora, en la primera década del XXI. El drama es el mismo, aunque más agudizado.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La vía de la abstención es una fatalidad que niega todo: el problema y las soluciones. Soñar lo imposible para que lo posible sea real, escribe Ana Arandeth.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">En 1994 esa posibilidad se llamó para millones como yo, Cuauhtémoc Cárdenas, no Ernesto Zedillo ni Diego Fernández de Ceballos. En 2000, fue de nuevo y pese a la derrota anterior, Cárdenas, no Ernesto Zedillo ni Francisco Labastida. En 2006, a pesar de la campaña orquestada por la oligarquía empresarial, la elección fue Andrés Manuel López Obrador, no Felipe Calderón ni Roberto Madrazo.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">¿Por qué abría de ser diferente ahora si el resultado ha sido desastroso para el país? El gran capital sigue aliándose con los políticos corruptos y la prensa vendida continúa tapando la realidad: la vida que no tiene en nada el Estado mexicano. </span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Ni Peña ni quien salga de la ultraderecha. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Si uno sabe leer murales mexicanos, como el que vi apenas bajar del avión en la Terminal B del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, estos se leen desde la izquierda. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Sí, con reticencias.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Sí, con severas críticas y todo.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La posibilidad de nuevo se llama: Andrés Manuel López Obrador. </span></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-80158763608098838342011-12-03T05:10:00.002-08:002012-03-21T14:02:09.478-07:00Música del subsuelo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI3YDnF1BFl2vUHR-RFrMq-mn3osz01E-zdlapb8vT9fiB8wpTrGUrqLPw7fYyT13e2FYWcjKjgokXtHZ8NYpitsKBGSgLxNrIptHq9pMr-89i7P2BQxwwusTQUjM3ckGSm61GLJN0tyPq/s1600/estacion-del-metro-610x430.jpeg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 282px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI3YDnF1BFl2vUHR-RFrMq-mn3osz01E-zdlapb8vT9fiB8wpTrGUrqLPw7fYyT13e2FYWcjKjgokXtHZ8NYpitsKBGSgLxNrIptHq9pMr-89i7P2BQxwwusTQUjM3ckGSm61GLJN0tyPq/s400/estacion-del-metro-610x430.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681890056110278786" /></a><br /><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Ciudad de México es ciudad de músicos: por donde quiera se los topa uno.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">¿Dónde aprenden a tocar estos niños sus instrumentos musicales? Uno sube de un vagón a otro y los ritmos cambian como si fuera el cuadrante de una vieja radio.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La música que suena en el subsuelo del Valle de México es la relegada, la que no tiene cabida ni futuro en el mercado comercial. O la que el tiempo deshecha tras un fugaz éxito.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Los niños músicos se acompañan de un intérprete mayor que generalmente es un pariente: el padre, el hermano o el tío; en otras ocasiones son grupos integrados por puros infantes, comúnmente hermanos de sangre o paisanos migrantes originarios de Guerrero y Oaxaca, tierra de trovadores natos. </span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">No tocan canciones de cuna: la realidad se les impone como una madrastra y ellos tienen que cantar letras de amores no correspondidos, de dolores que se ahogan en una cantina.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Sus instrumentos son humildes, suenan con esa tristeza que exige la canción que tocan y cantan. Sólo cuando reciben unas cuantas monedas es que su sonrisa deja ver una mazorca de dientes separados. Podrían ser hijos de príncipes mexicas, mixtecas o zapotecas con su belleza silenciosa a cuestas.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Ejecutan la guitarra, el violín y el acordeón, instrumentos propios para las rancheras y los corridos del norte. Cuando no tocan, hablan ente sí un dialecto suave. Ríen, se empujan, no paran, dicen cosas que sólo ellos saben. Aparecen y desaparecen en los túneles del metro que se extienden como nido de coralillos.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span">En plaza Garibaldi, atrás del porfiriano Palacio de Bellas Artes, trabajan los músicos privilegiados: los mariachis.Lo que sorprende son sus barrigas metidas a la fuerza en esos trajes imecables de charros cantores.</span></span></p><p class="p1"><span style="font-size: 100%; ">Lo más común es que el novio traiga hasta la plaza a su enamorada y le dedique una serenata. No se bajan del auto rodeado por mirones que también entonan las letras. En vez de caballos, los mariachis traen trocas importadas que les sirven para ir a dar serenata por toda la ciudad, un servicio que sólo los más pudientes pueden contratar.</span></p><p class="p1"><span style="font-size: 100%; ">La oferta y la demanda en la plaza tasan el repertorio: el son jarocho cuesta menos que una ranchera, pero es menos solicitado porque los gringos nada más conocen "La bamba", en voz de Ritchie Valens.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Los organilleros hacen rancho aparte. Apostados en alguna esquina del Centro Histórico hacen salir las notas de una manivela. Su repertorio de valses, además de estridente, es limitado. Una cachucha les sirve para recolectar la coperacha.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Indiferentes, un ejército de peatones en desbandada, no se detienen a oír la música, absortos en sus pensamientos.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">O en la música que llevan por dentro.</span></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-6515071479316357142011-12-01T19:31:00.001-08:002012-03-21T12:11:55.045-07:00Proezas del aire<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKEGdnx2GP7MPftK5LhZOzXgucyKWy1UPjRh2xvfphcNeo0PHwf5PQ6fwrg6w53XUW0t5os_YClxc4NhgYdyire6VPK33g3LdhDDs4U5NPULo3HKxCaKcCpjqC9mf5CiVQh4_G5SpL-MyZ/s1600/4423808875_1e865b0d13.jpeg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 242px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKEGdnx2GP7MPftK5LhZOzXgucyKWy1UPjRh2xvfphcNeo0PHwf5PQ6fwrg6w53XUW0t5os_YClxc4NhgYdyire6VPK33g3LdhDDs4U5NPULo3HKxCaKcCpjqC9mf5CiVQh4_G5SpL-MyZ/s400/4423808875_1e865b0d13.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681369975884371106" /></a><br /><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Vista desde el avión, Ciudad de México parece, en medio de la noche, un puerto. </span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">De día es el torso tasajeado de un malevo.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">También podría ser -siempre hay posibilidades para una megalópolis- una colchoneta remendada o un bosque con millones de luciérnagas.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Ya en el suelo, el peligro para el viajero es la velocidad con que todo se mueve: Lo mismo para el que baja del avión que para el que anda en metro; los primeros pasan sin ver el espectacular mural de Juan O'Gorman colocado en la Estación B de la Terminal Aérea, los segundos ni siquiera se detienen a oír a los modestos músicos que tocan una ranchera.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Desde la dedicatoria del mural “La conquista del aire por el hombre” -el título lo supe después por Internet, ya que en el hall de la sala no existe ninguna placa alusiva-, el artista revela un aspecto de la ciudad que podrá comprobar tarde o temprano cualquier viajero: la amistad que se teje con los otros de una vez y para siempre dentro de la urbe.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">"Dedico este trabajo a la magnífica pintora mi querida compañera Frida Kahlo".</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La dedicatoria está colocada en la parte central, inferior, del mural. Es el año de 1937-1938: periodo de turbulencias políticas, sociales y económicas en el mundo. Europa sufre la hipnotización del nazifascismo y México recibe a cientos de refugiados políticos, al tiempo que enfrenta la presión internacional de compañías extranjeras por la nacionalización petrolera.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La monumental obra de 10 paneles visualiza la lucha titánica del hombre terrestre por alcanzar los cielos, desde los planos del hombre-pájaro de Leonardo da Vinci, pasando por los globos aerostáticos elevados por el fuego, hasta los dirigibles propulsados mecánicamente y los primeros aviones de hélice.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">Proeza que el viajero agradece infinitamente tras sobrevolar a tiro de pedrada la mancha urbana.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Por supuesto, aparecen dibujados los modernos Ícaros del siglo XIX y XX: los hermanos Montgolfier, los Wrigth, el brasileño Santos Dumond de Andrade y Charles Lindbergh. O`Gorman cede a las versiones populares de que el poeta rey Netzahualcóyotl quiso también conquistar las nubes, y lo planta al lado del inventor renacentista.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">El amigo de Frida pinta también cómo la sociedad pasó de ser mera espectadora de los vuelos de exhibición, a tener parte activa en estos. La economía se transformó, los caminos reales se asfaltaron y las actividades primarias dieron pie a industrias ligadas al combustible que aún empuja estos a pájaros mecánicos.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">El enamorado de Frida reivindica la ciudad como espacio para la amistad y los sueños que parecen imposibles.</span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span"><br /></span></p><p class="p1"><span class="Apple-style-span"><i>*Primera crónica de un viaje realizado a Ciudad de México, del 21 al 27 de noviembre, para participar en un coloquio dedicado a la escritora tabasqueña Josefina Vicens. Acá iré posteando en estos días toda la serie.</i></span></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-85812153167456036202011-11-29T18:55:00.001-08:002011-11-29T19:35:39.149-08:00Los dibujos de Alfredo Larrauri<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgixtAFXwAwcKGrwtvQrOrYbl-7xwOSlAFhptJNWfpZLlWASdFv3XVfgHusThuxB9jQxt7d3E3i40otoxAaZIyeXju61QsGrkwJJu46eCjx4lMFTGs-O0kdmdnPxSzQyfa2aDkezEg8CIRY/s1600/DSCF4725.JPG" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 352px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgixtAFXwAwcKGrwtvQrOrYbl-7xwOSlAFhptJNWfpZLlWASdFv3XVfgHusThuxB9jQxt7d3E3i40otoxAaZIyeXju61QsGrkwJJu46eCjx4lMFTGs-O0kdmdnPxSzQyfa2aDkezEg8CIRY/s400/DSCF4725.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5680627296728817122" /></a><br /><p align="LEFT" style="margin-bottom: 0cm; line-height: 0.41cm; "></p><p style="margin-bottom: 0cm"> </p><p class="p1"> </p><p class="p1"><span class="Apple-style-span">La rabia del agua que caía por todos lados sin que uno pudiera resistirla, me empujó al centro, a sus cafés a punto de cerrar. Entré al Antigua que tiene un toque íntimo y clandestino pero inmediatamente recordé que quería ver los dibujos que se exhiben aún en la fundación José Carlos Becerra, que unas veces honra el nombre del poeta y otras lo enloda.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Contra la lluvia y la comodidad de la recién remodelada cafetería, dejé mis cosas encargadas con los amables empleados y caminé haciendo escuadra hasta llegar a la casona ubicada en la calle Sáenz.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">La mojada y el riesgo de que estuviera cerrado dejaron de ser una inquietud fría cuando pude ver la exposición "Poetas de papel", muestra de dibujos, acuarelas y técnicas mixtas de Alfredo Sánchez Larrauri.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">A través de un trazo firme y grueso, el jaliscience crea en su tinta un mundo poblado de intimidades familiares, como si la edad madura jugara de nuevo a ser infante.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Una virtud que seguramente el artista ha trabajado desde hace años al ilustrar cuentos para niños de autores reconocidos (http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/colibri/cuentos/francisca/htm/sec_3.htm).</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Esa inocencia y juego y levedad de las cosas hacen que, en el espacio encuadrado por el marco, la luna tenga barba y bigote, que los objetos floten y que algunas de sus composiciones permeen un toque fantasioso, como la mujer mariposa, los gatos escurridizos en los escritorios y los bastones y paraguas llevados por el viento. La descompresión de la realidad en una estampa extraordinaria.</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Larrauri tiene una fascinación por los astros y las cabras (¿será también capricornio?, no me extrañaría porque sus ficciones destilan un toque melancólico, de bizarra nostalgia).</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Su gusto por la poesía se declara también en una serie que elabora para homenajear a poetas y escritores, aún a los desconocidos. Uno adivina la cara de huevo de León Felipe en un cuadro titulado "Un poeta del exilio" o, tras la melena y lentes de pasta, a alguien que se parece a José Revueltas. </span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">El dominio del dibujo se ve a la legua, experiencia adquirida a lo largo de cincuenta años en el oficio, según se lee en un blog que da cuenta de su trayectoria, abierto el año pasado pero que no tuvo continuidad. De éste, algunos datos me parecen esenciales: su formación en la gráfica tapatía en los años sesenta y su relanzamiento al trasladarse a vivir a Ciudad de México a mediados de los setenta (http://alfredolarrauridibujante.blogspot.com).</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Vale la pena ir a ver "Poetas de papel", aunque el espacio que ha sido adaptado como galería resulte incómodo (algunas hojas de las puertas impiden ver los dibujos).</span></p> <p class="p1"><span class="Apple-style-span">Afuera la lluvia me esperaba, pero el agua cayéndome no me molestó. Agradecí a Jose Carlos Becerra haberme permitido conocer a Larrauri.</span></p><p></p> <p></p><p></p>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-88888667851852529422011-11-13T09:39:00.000-08:002011-11-13T10:15:10.883-08:00Instamatic<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxfc7is26Ed9iu4Bcla5ENYF-CroW790s7dQqzThbblAxDH2PDBP-XJCU54lyzqvC9h3vxDshaYj9gdUTegmRPEnzHg_maWiduI8FO3lf6yPOtGyAn0IayrKnwyT9_zUuErfNUxHMytY37/s1600/ilus+paulo+1.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 310px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxfc7is26Ed9iu4Bcla5ENYF-CroW790s7dQqzThbblAxDH2PDBP-XJCU54lyzqvC9h3vxDshaYj9gdUTegmRPEnzHg_maWiduI8FO3lf6yPOtGyAn0IayrKnwyT9_zUuErfNUxHMytY37/s400/ilus+paulo+1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5674544497843252306" /></a><br /><div>Padece de una soledad que no se cura con compañía.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>El mundo a veces se sostiene en unas rodillas, un regazo. Y poco importa la hora cómplice, la gente que la lluvia desdibuja.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Desearía que fuera feliz, pero sin mí es casi imposible asegurarse que lo consiga.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>El Síndrome de Estocolmo no falla.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>La suerte se regala en una virgen. El péndulo dirá inexorablemente sí o no. ¡No temas! Siempre se mece un columpio sostenido en nada y hay una flecha a punto de dar en el centro.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Si no lo explico, se entiende mejor.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Es de las novelas que deben leerse antes de morir pero la verdad no tengo prisa por hojearla.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Se aferra a la medicina y las novelas como el hombre del siglo XIX a la técnica y las ciencias naturales, no obstante que en el fondo no es distinto del hombre de hace trescientos o quinientos años que se obstinaba con el rosario y las hagiografías.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Es de las que creen fervorosamente que la humanidad se va a componer a punta de reglazos.</div><div><br /></div><div>***</div><div><br /></div><div>Nunca comprendió como es que ella no creía en Diosito si lo tenía a él.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><span class="Apple-style-span"><i>Agradezco a mi cuate, el pintor Javier Pineda permitirme acompañar estos textos con su dibujo.</i></span></div>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3206697590088587954.post-77006313878455431502011-11-07T20:12:00.000-08:002011-11-07T20:15:37.521-08:00Tomás Segovia (1927-2011)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE24PbUpGzsO55XE-aNHLdSPY6_3TnmziabwB07MQfdsEKHItKRDIuv6J-x5SMUCtBl6ITRGk1wZv6RaO3ldHmGkXuR13oFOMO9bKBjvE3knq5Aayyftn7nh26rsKwWhU9M_-ZgxiANlwh/s1600/1220Tomas_Segovia.jpeg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 294px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE24PbUpGzsO55XE-aNHLdSPY6_3TnmziabwB07MQfdsEKHItKRDIuv6J-x5SMUCtBl6ITRGk1wZv6RaO3ldHmGkXuR13oFOMO9bKBjvE3knq5Aayyftn7nh26rsKwWhU9M_-ZgxiANlwh/s400/1220Tomas_Segovia.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5672473809880706626" /></a>Carlos Coronelhttp://www.blogger.com/profile/00445899044653108487noreply@blogger.com0