Las tintas de Francisco Magaña (1961) tituladas "Del bosque" son un viaje a un país intrincado de resplandores, de remansos que invitan a descansar los ojos y las interpretaciones.
Cada cuadro es una emoción colorista, una especie de hakiú pictórico donde guardan silencio los córvidos. El camino real es una maraña de juncos, de brumas claras.
Si en la serie pictórica “Versiones”, de 2008, las sombras reinaban en un mundo poblado de presagios, un archipiélago de angustias, la amenaza del sueño, en “Del bosque” el pintor hace a un lado las pesadillas interiores y como un caligrafista chino da paso a la abstracción de las formas, pero siempre guiado por la luz, por la alegría de habitar el mundo.
Magaña Magaña pertenece a esa rara estirpre de escritores -Paul Eluard, Herni Michaux, William Blacke, Victor Hugo- que también hallaron en la pintura otro vehículo para el conocimiento.
En “Del bosque” parece haber encontrado la sabiduría de las cosas con los elementos mínimos, apenas el negro y la variedad de tonos pálidos, casi aéreos.
El pintor poeta (o poeta pintor) dice haberse inspirado en esta serie en una lectura de “Claros en el bosque”, de la pensadora española María Zambrano.
Las pinturas en pequeño formato contribuyen a recrear ese sentimiento de zen pictórico, de ambiente de espiritualidad y paz que cerca cada cuadro.
Mientras otros artistas se desvelan por representar el mundo físico y sus accidentes, la pictografía del tabasqueño sintetiza en líneas y veladuras esa naturaleza.
Mucho hay de intuición en esta serie, y de las visitas a talleres de pintores como los de Nunik Sauret o los hermanos Castro Leñero.
Hasta ahora, su trabajo plástico ha ilustrado las portadas de la revista literaria Trilce (2010), así como los tres tomos de Historia política contemporánea de Tabasco. Recientemente, la revista Separta publicó una selección de sus obras.
La serie pictórica “Del bosque”, de Francisco Magaña, puede verse en el café El balconcito, en Paraíso, lugar de donde por cierto es originario este escritor destacado a nivel nacional. La entrada es libre.
* Este texto apareció publicado con algunas variantes el 21 de abril, en la columna que escribo semanalmente para la sección cultural expresión, del diario Tabasco HOY.
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