domingo, 15 de agosto de 2010

La foto irrepetible: Pedro Meyer


Con más de 300 mil negativos tomados a lo largo de su carrera como fotógrafo y un centenar de exposiciones individuales, el mexicano Pedro Meyer considera la fotografía como la existencia misma: irrepetible, única.

A propósito de la publicación de Herejías (Lunwerg Editores, Fundación Pedro Meyer y Conaculta, 2008), un libro bellamente editado que incluye parte de la curaduría que ha sido expuesta durante más de dos años en distintos museos del mundo, el artista de la lente accede a hablar -vía telefónica- de su oficio, el cual ejerce desde hace más de medio siglo.


Vida e imagen


"La vida es un proceso en constante evolución. Todos los temas, aunque pueden repetirse de alguna forma genérica, no lo son de forma particular. Cada situación, cada momento de la vida, es distinto.

"Y al mismo tiempo, todo se renueva, todo se ve distinto, todo ocurre distinto.

“Recuerdo el nacimiento de mi primer hijo --que tiene ahora 46 años-- y el del más chiquito --que tiene ahora 14 años--, las experiencias fueron distintas, no sólo por el hecho de que ellos son distintos, sino porque en medicina se operaron cosas distintas. Todo cambia. Yo creo que eso es lo sorprendente, lo grato de la vida misma. Cuando estás fotografiando igual, nada se repite”.


Libertad creadora


“Una de las cosas maravillosas de la era digital es la toma de conciencia de que todas las imágenes son modificadas. O sea, ese supuesto de que unas imágenes son modificadas y otras no, es una tesis que ya se ha demostrado superada.

“¿Qué quiero decir con esto? Que unas están modificadas antes del disparo y otras posterior al disparo, lo que van cambiando son los grados de modificación, los grados de alteración y lo que puedes hacer y lo que no puedes hacer porque la tecnología no te lo permite.

“Si lo ves al final y lo comparas con otro género que es la literatura, te estás dando cuenta que esa libertad que tienen los escritores, no nos era tan accesibles a los fotógrafos, y hoy en día sí. Yo puedo decir lo que quiera y lo puedo representar, y eso se me hace lo más maravilloso".


El abuso perjudica


“Toda herramienta (digital) permite el abuso, con ella puedes hacer cosas maravillosas o estupideces; es lo mismo que un auto, te puedes transportar a donde necesites, pero igual te puedes estrellar contra un árbol por borracho, la herramienta en sí no es la culpable del resultado”.


Tabasco

(En “Herejías” hay tres fotografías tomadas entre 1987 y 2005, en el estado sureño de Tabasco: “Buscando petróleo”, “El limpia pantanos” y “El rastro”.)


“He ido muchas veces. Lo que me sorprende de Tabasco, que es lo que me sorprende de todo nuestro país, es la riqueza visual que tenemos, su diversidad, las posibilidades que uno encuentra para temas. Lo que cambia son las especificidades de un estado a otro”.


La suerte


“Como seres humanos, todos tenemos suerte, lo que pasa que algunos no se dieron cuenta que la tuvieron y no se aprovecharon de ella. Yo sí creo en ella, como fotógrafo y como ser humano. Pero no todos alcanzan la voluntad de transformar esa suerte en algo a su favor”.


Un consejo

“El ponerse a dar consejos es un atrevimiento muy grande y ¿quién soy yo para darle consejos a todo el mundo?

“Mira, lo que sí hay que desarrollar es una formación, una cultura. Yo les sugiero a los fotógrafos que lean mucho, que tengan conocimiento de mucha literatura, de mucha poesía; los fotógrafos son ajenos a todo esto y creo que es un error”


Foto: Autorretrato de Pedro Meyer, tomado de su página de facebook.


Un extracto de este texto apareció publicado en el diario Tabasco HOY, el 15 abril de 2009.


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